Algunos de los países estudiados son los siguientes: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Venezuela.2 La delimitación temporal contempla los años que va de las primeras décadas del siglo XX a la década de los 20 hasta los 50, y de los 70 para llegar a la primera década del siglo XXI.
Una primera línea interpretativa es la que retomó el enfoque sociológico de la estructura-acción. Destacaron las referencias de los teóricos sociales como Max Weber y Emile Durkheim. El sociólogo argentino Gino Germani fue el principal representante de esta corriente, ya que elaboró un complejo modelo analítico que incorporó la teoría de la dependencia y la teoría de la transición democrática. En esa perspectiva, la modernidad es entendida como proceso de industrialización y «participación extensa» que fomenta la aparición de las clases medias, las clases populares y prevalece un sistema de alianzas en el espectro político.
Asimismo, sostiene Germani, la élite política permite la participación de los sectores populares, para después incorporarlos como base de apoyo a la estructura estatal «nacional-popular». La originalidad de este sistema, comparado con los regímenes totalitarios o fascistas radicó en el grado de libertad que le es concedida a los ciudadanos para que puedan expresarse públicamente. Sin embargo, el populismo en este enfoque estructuralista se comprendió como parte de una estrategia de «manipulación» por parte de los líderes.
Algunos de los países estudiados son los siguientes: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Venezuela.2 La delimitación temporal contempla los años que va de las primeras décadas del siglo XX a la década de los 20 hasta los 50, y de los 70 para llegar a la primera década del siglo XXI.
Una primera línea interpretativa es la que retomó el enfoque sociológico de la estructura-acción. Destacaron las referencias de los teóricos sociales como Max Weber y Emile Durkheim. El sociólogo argentino Gino Germani fue el principal representante de esta corriente, ya que elaboró un complejo modelo analítico que incorporó la teoría de la dependencia y la teoría de la transición democrática. En esa perspectiva, la modernidad es entendida como proceso de industrialización y «participación extensa» que fomenta la aparición de las clases medias, las clases populares y prevalece un sistema de alianzas en el espectro político.
Asimismo, sostiene Germani, la élite política permite la participación de los sectores populares, para después incorporarlos como base de apoyo a la estructura estatal «nacional-popular». La originalidad de este sistema, comparado con los regímenes totalitarios o fascistas radicó en el grado de libertad que le es concedida a los ciudadanos para que puedan expresarse públicamente. Sin embargo, el populismo en este enfoque estructuralista se comprendió como parte de una estrategia de «manipulación» por parte de los líderes.