En 1923, el químico estadunidense Irving Langmuir empezó a investigar concienzudamente las descargas eléctricas en los gases, cuando ya se sabía que éstas ionizaban a los átomos del gas; en 1929 usó por primera vez el término plasma en el informe de un trabajo que realizaba con otro científico estadunidense, Levy Tonks
El concepto moderno del plasma es de origen reciente y se remonta apenas al inicio de la década de los cincuenta. Sin embargo, desde hace más de tres siglos los científicos, sin saberlo, han experimentado con plasmas. Ya en 1667 unos miembros de la Academia de Ciencias de Florencia descubrieron que la llama de un mechero (que ahora sabemos que es un plasma) tenía la propiedad de inducir la electricidad.
En 1923, el químico estadunidense Irving Langmuir empezó a investigar concienzudamente las descargas eléctricas en los gases, cuando ya se sabía que éstas ionizaban a los átomos del gas.
En 1923, el químico estadunidense Irving Langmuir empezó a investigar concienzudamente las descargas eléctricas en los gases, cuando ya se sabía que éstas ionizaban a los átomos del gas; en 1929 usó por primera vez el término plasma en el informe de un trabajo que realizaba con otro científico estadunidense, Levy Tonks
El concepto moderno del plasma es de origen reciente y se remonta apenas al inicio de la década de los cincuenta. Sin embargo, desde hace más de tres siglos los científicos, sin saberlo, han experimentado con plasmas. Ya en 1667 unos miembros de la Academia de Ciencias de Florencia descubrieron que la llama de un mechero (que ahora sabemos que es un plasma) tenía la propiedad de inducir la electricidad.
En 1923, el químico estadunidense Irving Langmuir empezó a investigar concienzudamente las descargas eléctricas en los gases, cuando ya se sabía que éstas ionizaban a los átomos del gas.
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