Su vida estuvo marcada por el dolor físico, en 1913 enfermó de poliomielitis, esta enfermedad le dejó una secuela permanente: la pierna derecha era mucho más delgada que la izquierda.
Más tarde en 1925 tuvo un accidente cuando viajaba en un autobús, este fue envestido por un tranvía lo que le ocasionó la perforación de la pelvis con el pasamanos del tranvía, además de una fractura en la columna vertebral, la clavícula, varias costillas, y se fracturó una pierna en once lugares distintos. Este accidente tuvo como consecuencia que Frida quedara incapacitada para realizar muchos movimientos.
Fue exactamente en esa época de convalecencia cuando Frida comenzó su andar artístico, junto al muralista mexicano Diego Rivera, a quien conoció en la preparatoria y de quien Frida quedó encantada. El aburrimiento y el estar inmóvil en cama la llevaron a pensar en algo que pudiera hacer, así inició su carrera de pintora adaptando un espejo para que ella pudiera ser su propia modelo y mandó a hacer un caballete especial, ya que no se podía sentar, fue así que comenzó a pintar y plasmó en su obra sus verdaderos sentimientos.
Frida llegó a ser y es una pintora reconocida a nivel internacional, por su peculiar estilo y forma de vida.
En 1929, pintó “El camión” algunos elementos en esta pintura que se podían referir al accidente de autobús de 1925 en el cual Frida sufrió graves heridas: el autobús es de madera, los pasajeros se sientan en bancos a los lados, está presente el hombre con el peto azul que removió la pieza del pasamanos que agujereó su cuerpo y el hombre sosteniendo la bolsa con polvo de oro, el cual se esparció sobre el cuerpo sangrante y desnudo de Frida durante el choque.
“La columna rota” de 1944, este autorretrato es un gran contraste con otros autorretratos de Frida ya que ella se pintó sola no monos, no gatos, no pericos y no fondo de hojas protectoras y plantas, como solía hacerlo. En lugar de eso, Frida está sola, llorando en una vasta llanura bajo un cielo tormentoso. Quizás es su manera de expresar que tiene que manejar su dolor físico y emocional por sí misma.
Frida Kahlo, además de ser una gran pintora y regalarnos su legado artístico, no dejó la enseñanza de que ninguna discapacidad puede limitarte para perseguir y alcanzar tus sueños.
Respuesta:
no porque su vida fue llena de éxitos y no podría afectar en nada a sus pinturas
Respuesta:
espero que te sirva
Explicación:
Su vida estuvo marcada por el dolor físico, en 1913 enfermó de poliomielitis, esta enfermedad le dejó una secuela permanente: la pierna derecha era mucho más delgada que la izquierda.
Más tarde en 1925 tuvo un accidente cuando viajaba en un autobús, este fue envestido por un tranvía lo que le ocasionó la perforación de la pelvis con el pasamanos del tranvía, además de una fractura en la columna vertebral, la clavícula, varias costillas, y se fracturó una pierna en once lugares distintos. Este accidente tuvo como consecuencia que Frida quedara incapacitada para realizar muchos movimientos.
Fue exactamente en esa época de convalecencia cuando Frida comenzó su andar artístico, junto al muralista mexicano Diego Rivera, a quien conoció en la preparatoria y de quien Frida quedó encantada. El aburrimiento y el estar inmóvil en cama la llevaron a pensar en algo que pudiera hacer, así inició su carrera de pintora adaptando un espejo para que ella pudiera ser su propia modelo y mandó a hacer un caballete especial, ya que no se podía sentar, fue así que comenzó a pintar y plasmó en su obra sus verdaderos sentimientos.
Frida llegó a ser y es una pintora reconocida a nivel internacional, por su peculiar estilo y forma de vida.
En 1929, pintó “El camión” algunos elementos en esta pintura que se podían referir al accidente de autobús de 1925 en el cual Frida sufrió graves heridas: el autobús es de madera, los pasajeros se sientan en bancos a los lados, está presente el hombre con el peto azul que removió la pieza del pasamanos que agujereó su cuerpo y el hombre sosteniendo la bolsa con polvo de oro, el cual se esparció sobre el cuerpo sangrante y desnudo de Frida durante el choque.
“La columna rota” de 1944, este autorretrato es un gran contraste con otros autorretratos de Frida ya que ella se pintó sola no monos, no gatos, no pericos y no fondo de hojas protectoras y plantas, como solía hacerlo. En lugar de eso, Frida está sola, llorando en una vasta llanura bajo un cielo tormentoso. Quizás es su manera de expresar que tiene que manejar su dolor físico y emocional por sí misma.
Frida Kahlo, además de ser una gran pintora y regalarnos su legado artístico, no dejó la enseñanza de que ninguna discapacidad puede limitarte para perseguir y alcanzar tus sueños.