El siguiente planeta que visita es el del farolero. Enciende y apaga su farol cada minuto, porque su planeta gira muy rápido. Sin embargo el principito respeta mucho al farolero, porque es el único que hasta el momento, no se ocupa solamente de sí mismo, y aunque le gustaría ser su amigo, se va del planeta porque no hay sitio para los dos. Así es como llega al último planeta que visita antes de llegar a la Tierra. Es el del geógrafo, un planeta diez veces más grande que los anteriores. El geógrafo se dedica a recibir a los exploradores y registrar sus descubrimientos, pero no explora por él mismo. Así que aunque tiene un planeta muy hermoso, no sabe si en él hay océanos, ciudades o ríos porque no se ha levantado de su escritorio nunca. El geógrafo se interesa por el planeta del principito, y él le explica que tiene volcanes y una flor. Pero el detalle de la flor no es importante ya que según el geógrafo no se recoge información sobre las cosas efímeras. El principito no sabe lo que significa que algo sea efímero. Cuando consigue entenderlo se siente muy arrepentido de haber dejado su planeta y a su flor sola.
Como el geógrafo le recomienda visitar la Tierra, el principito se dirige allí. Al llegar conoce a la serpiente del desierto que le cuenta que es más poderosa que el dedo de un rey ya que puede devolver a la tierra de donde ha venido a quien toca. También le dice que podría devolverlo a él a su estrella porque es puro.
Me pregunto si las estrellas están iluminadas para que cada uno pueda algún día encontrar la suya
El principito comienza a recorrer el desierto. Se sube a la cumbre de una montaña, pero no ve nada más que más picos afilados, lo que le lleva a pensar que toda la Tierra es así. Encuentra un jardín con muchas rosas y se da cuenta de que su flor no era única en el universo.
Me creía poseedor de una flor única, y sólo tengo una rosa ordinaria. Eso y mis tres volcanes que me llegan a la rodilla, uno de los cuales posiblemente esté apagado para siempre, no hacen de mí ciertamente un gran príncipe...
Conoce al zorro, quien le pide que le domestique porque quiere tener un amigo. Gracias a él, se da cuenta de que su rosa es especial, porque al domesticarla la hizo su amiga. El zorro le enseña el sentido del amor y la amistad.
Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
Tras el tiempo pasado con el zorro el principito tiene un encuentro con un guardagujas y un vendedor de píldoras que quitan la sed. Estos encuentros muestran cómo son las vidas marcadas por horarios y por acciones repetidas.
De vuelta a la narración del aviador, en el desierto, ya no tienen casi agua y hablan sobre la posibilidad de morir de sed. Pero el principito cree firmemente que hay un pozo en el desierto, por lo que deciden ir a buscarlo.
Lo que hace al desierto tan bello – dijo el principito – es que esconde un pozo en algún lado.
Milagrosamente encuentran el pozo y el agua que tanto necesitaban. El principito le cuenta al aviador que se va a cumplir un año desde que llegó a la Tierra y le pide que dibujé un bozal para que el cordero no se coma a su flor. Cuando el aviador termina de arreglar el avión se entera de cómo va a volver el principito a su planeta porque lo encuentra hablando con la serpiente, la cual es muy venenosa. Esa misma tarde la estrella del principito estará exactamente sobre ellos y él podrá regresar. El aviador intenta convecer al principito de que no se vaya dejándose morder por la serpiente, pero no consigue convencerlo. El principito le explica al aviador que siempre que mire a las estrellas escuchará su risa, que él se reirá también, y las estrellas se harán así suyas.
Es como con la flor. Si amas a una flor que está en una estrella, es placentero mirar el cielo por la noche. Todas las estrellas están floridas.
El principito se marcha al encuentro con la serpiente venenosa seguido por el aviador que pretende impedirlo. Pero en un instante el principito queda blanco como la nieve y muere. El aviador se va y al volver al día siguiente no encuentra su cuerpo. Al final del cuento el aviador se pregunta si el principito volvió a su planeta, con su rosa y el cordero
El siguiente planeta que visita es el del farolero. Enciende y apaga su farol cada minuto, porque su planeta gira muy rápido. Sin embargo el principito respeta mucho al farolero, porque es el único que hasta el momento, no se ocupa solamente de sí mismo, y aunque le gustaría ser su amigo, se va del planeta porque no hay sitio para los dos. Así es como llega al último planeta que visita antes de llegar a la Tierra. Es el del geógrafo, un planeta diez veces más grande que los anteriores. El geógrafo se dedica a recibir a los exploradores y registrar sus descubrimientos, pero no explora por él mismo. Así que aunque tiene un planeta muy hermoso, no sabe si en él hay océanos, ciudades o ríos porque no se ha levantado de su escritorio nunca. El geógrafo se interesa por el planeta del principito, y él le explica que tiene volcanes y una flor. Pero el detalle de la flor no es importante ya que según el geógrafo no se recoge información sobre las cosas efímeras. El principito no sabe lo que significa que algo sea efímero. Cuando consigue entenderlo se siente muy arrepentido de haber dejado su planeta y a su flor sola.
Como el geógrafo le recomienda visitar la Tierra, el principito se dirige allí. Al llegar conoce a la serpiente del desierto que le cuenta que es más poderosa que el dedo de un rey ya que puede devolver a la tierra de donde ha venido a quien toca. También le dice que podría devolverlo a él a su estrella porque es puro.
Me pregunto si las estrellas están iluminadas para que cada uno pueda algún día encontrar la suya
El principito comienza a recorrer el desierto. Se sube a la cumbre de una montaña, pero no ve nada más que más picos afilados, lo que le lleva a pensar que toda la Tierra es así. Encuentra un jardín con muchas rosas y se da cuenta de que su flor no era única en el universo.
Me creía poseedor de una flor única, y sólo tengo una rosa ordinaria. Eso y mis tres volcanes que me llegan a la rodilla, uno de los cuales posiblemente esté apagado para siempre, no hacen de mí ciertamente un gran príncipe...
Conoce al zorro, quien le pide que le domestique porque quiere tener un amigo. Gracias a él, se da cuenta de que su rosa es especial, porque al domesticarla la hizo su amiga. El zorro le enseña el sentido del amor y la amistad.
Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
Tras el tiempo pasado con el zorro el principito tiene un encuentro con un guardagujas y un vendedor de píldoras que quitan la sed. Estos encuentros muestran cómo son las vidas marcadas por horarios y por acciones repetidas.
De vuelta a la narración del aviador, en el desierto, ya no tienen casi agua y hablan sobre la posibilidad de morir de sed. Pero el principito cree firmemente que hay un pozo en el desierto, por lo que deciden ir a buscarlo.
Lo que hace al desierto tan bello – dijo el principito – es que esconde un pozo en algún lado.
Milagrosamente encuentran el pozo y el agua que tanto necesitaban. El principito le cuenta al aviador que se va a cumplir un año desde que llegó a la Tierra y le pide que dibujé un bozal para que el cordero no se coma a su flor. Cuando el aviador termina de arreglar el avión se entera de cómo va a volver el principito a su planeta porque lo encuentra hablando con la serpiente, la cual es muy venenosa. Esa misma tarde la estrella del principito estará exactamente sobre ellos y él podrá regresar. El aviador intenta convecer al principito de que no se vaya dejándose morder por la serpiente, pero no consigue convencerlo. El principito le explica al aviador que siempre que mire a las estrellas escuchará su risa, que él se reirá también, y las estrellas se harán así suyas.
Es como con la flor. Si amas a una flor que está en una estrella, es placentero mirar el cielo por la noche. Todas las estrellas están floridas.
El principito se marcha al encuentro con la serpiente venenosa seguido por el aviador que pretende impedirlo. Pero en un instante el principito queda blanco como la nieve y muere. El aviador se va y al volver al día siguiente no encuentra su cuerpo. Al final del cuento el aviador se pregunta si el principito volvió a su planeta, con su rosa y el cordero