Muy joven se enroló en el ejército independentista (1821); luego participó en las campañas contra Bolivia (1828) y la Gran Colombia (1829). Intervino en las guerras civiles y revoluciones de las décadas de 1830 y 1840. Durante la anarquía de 1841-44, fue gobernante interino durante unos días, en marzo de 1843. Fue colaborador del Directorio de Manuel Ignacio de Vivanco (1843-44), pero luego pasó a servir al primer gobierno de Ramón Castilla (1845-51), quien le auspició como su sucesor. Elegido presidente en las elecciones de 1850, su gobierno fue de tendencia conservadora, sufriendo una fuerte oposición de los liberales. Su principal colaborador fue Bartolomé Herrera, sacerdote que era el líder de los conservadores. Contando con la prosperidad económica derivada de la venta del guano, continuó el progreso material iniciado por Castilla. Inició la delimitación de las fronteras con el Brasil por medio del controvertido Convenio Herrera-Da Ponte Ribeyro. También continuó el pago de la deuda externa y la deuda interna; esta última, denominada consolidación, derivó en un escándalo mayúsculo, al sospecharse que se inflaron los montos para beneficiar a un grupo de personas allegadas a él. Este escándalo fue uno de los motivos de la revolución liberal de 1854 encabezada por Castilla, que desembocó en una sangrienta guerra civil. Echenique fue derrotado en la batalla de La Palma, librada en las afueras de Lima el 5 de enero de 1855, tras lo cual abandonó el poder y partió al exilio. Volvió al cabo de unos años, rehabilitándose y continuando en la política. Llegó a ser presidente de la Cámara de Diputados (1864-1865) y presidente del Senado (1868-1872) y le tocó suscribir la declaración de condena a la rebelión de los coroneles Gutiérrez contra el gobierno de José Balta. Fue también candidato a la
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Muy joven se enroló en el ejército independentista (1821); luego participó en las campañas contra Bolivia (1828) y la Gran Colombia (1829). Intervino en las guerras civiles y revoluciones de las décadas de 1830 y 1840. Durante la anarquía de 1841-44, fue gobernante interino durante unos días, en marzo de 1843. Fue colaborador del Directorio de Manuel Ignacio de Vivanco (1843-44), pero luego pasó a servir al primer gobierno de Ramón Castilla (1845-51), quien le auspició como su sucesor. Elegido presidente en las elecciones de 1850, su gobierno fue de tendencia conservadora, sufriendo una fuerte oposición de los liberales. Su principal colaborador fue Bartolomé Herrera, sacerdote que era el líder de los conservadores. Contando con la prosperidad económica derivada de la venta del guano, continuó el progreso material iniciado por Castilla. Inició la delimitación de las fronteras con el Brasil por medio del controvertido Convenio Herrera-Da Ponte Ribeyro. También continuó el pago de la deuda externa y la deuda interna; esta última, denominada consolidación, derivó en un escándalo mayúsculo, al sospecharse que se inflaron los montos para beneficiar a un grupo de personas allegadas a él. Este escándalo fue uno de los motivos de la revolución liberal de 1854 encabezada por Castilla, que desembocó en una sangrienta guerra civil. Echenique fue derrotado en la batalla de La Palma, librada en las afueras de Lima el 5 de enero de 1855, tras lo cual abandonó el poder y partió al exilio. Volvió al cabo de unos años, rehabilitándose y continuando en la política. Llegó a ser presidente de la Cámara de Diputados (1864-1865) y presidente del Senado (1868-1872) y le tocó suscribir la declaración de condena a la rebelión de los coroneles Gutiérrez contra el gobierno de José Balta. Fue también candidato a la
Explicación:
si te sirve dame corita y sigueme