“Métodos y problemas: perspectivas e investigaciones fenomenológicas actuales” El fundador del movimiento fenomenológico, Edmund Husserl, fue muy consciente de que su método y perspectiva filosófica significaban un cambio radical respecto a los enfoques tradicionales con los cuales se trataban los problemas científicos y filosóficos universales que han preocupado siempre a la humanidad, alentando de esta manera a abandonar la actitud natural desde la que han sido estudiados – cargados de paradojas irresolubles. En Husserl, los problemas y temas del pasado no han sido descartados, sino que son considerados desde una nueva luz. A saber, desde las experiencias humanas dotadas de sentido, transformación que se asigna como una tarea al ser humano en cuanto tal: “una transformación personal”, comparable, a una conversión “religiosa”. La revolución husserliana no descarta la racionalidad humana (ya que se cree que muchas de las figuras que se desprenden de ella son inevitables). En cambio, supone una “teoría renovada de la razón” que surgirá como un fénix heroico de las cenizas de la barbarie, la desesperación y el cansancio. Desde la perspectiva fenomenológica, la razón no solo permite la “interpretación” de todas las cosas, sino que debe también “reconocer” su finitud, ya que está profundamente arraigada en experiencias corporales activas y pasivas, en la génesis temporal, en los hábitos, el afecto, la atención, la motivación, los instintos e impulsos inconscientes. El alcance temático, lejos de exaltar un ángulo “teórico” (formal o empírico), es lo suficientemente amplio como para abarcar todo tipo de aspectos e intereses temáticos: problemas teóricos o epistemológicos (por ejemplo, cuestiones a la luz de los avances recientes en ciencias biológicas y de la vida); problemas prácticos (como la violencia, la exclusión, la libertad y la coexistencia humana dentro de la diversidad cultural, así como problemas históricos, étnicos, morales, sociales, políticos, ecológicos y médicos); y problemas axiológicos (incluidos valores éticos y estéticos), entre otros.
“Métodos y problemas: perspectivas e investigaciones fenomenológicas actuales” El fundador del movimiento fenomenológico, Edmund Husserl, fue muy consciente de que su método y perspectiva filosófica significaban un cambio radical respecto a los enfoques tradicionales con los cuales se trataban los problemas científicos y filosóficos universales que han preocupado siempre a la humanidad, alentando de esta manera a abandonar la actitud natural desde la que han sido estudiados – cargados de paradojas irresolubles. En Husserl, los problemas y temas del pasado no han sido descartados, sino que son considerados desde una nueva luz. A saber, desde las experiencias humanas dotadas de sentido, transformación que se asigna como una tarea al ser humano en cuanto tal: “una transformación personal”, comparable, a una conversión “religiosa”. La revolución husserliana no descarta la racionalidad humana (ya que se cree que muchas de las figuras que se desprenden de ella son inevitables). En cambio, supone una “teoría renovada de la razón” que surgirá como un fénix heroico de las cenizas de la barbarie, la desesperación y el cansancio. Desde la perspectiva fenomenológica, la razón no solo permite la “interpretación” de todas las cosas, sino que debe también “reconocer” su finitud, ya que está profundamente arraigada en experiencias corporales activas y pasivas, en la génesis temporal, en los hábitos, el afecto, la atención, la motivación, los instintos e impulsos inconscientes. El alcance temático, lejos de exaltar un ángulo “teórico” (formal o empírico), es lo suficientemente amplio como para abarcar todo tipo de aspectos e intereses temáticos: problemas teóricos o epistemológicos (por ejemplo, cuestiones a la luz de los avances recientes en ciencias biológicas y de la vida); problemas prácticos (como la violencia, la exclusión, la libertad y la coexistencia humana dentro de la diversidad cultural, así como problemas históricos, étnicos, morales, sociales, políticos, ecológicos y médicos); y problemas axiológicos (incluidos valores éticos y estéticos), entre otros.
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