La posición del Gobierno Nacional es insistente: las bandas criminales de hoy “no son paramilitares”, son “puro y simple crimen organizado”. Mientras tanto, la organización más poderosa de ese tipo, “los Urabeños”, se autodenomina “Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC)”. En los noventa, los paramilitares invocaron la causa antisubversiva y terminaron “franquiciando” sus frentes a narcos puros. Ahora se enfocan en el envío de droga, pero eso no los exime de servir, “a necesidad”, en acciones de guerra sucia contra líderes y organizaciones de izquierda, populares, derechos humanos y restitución de tierras.
La posición del Gobierno Nacional es insistente: las bandas criminales de hoy “no son paramilitares”, son “puro y simple crimen organizado”. Mientras tanto, la organización más poderosa de ese tipo, “los Urabeños”, se autodenomina “Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC)”. En los noventa, los paramilitares invocaron la causa antisubversiva y terminaron “franquiciando” sus frentes a narcos puros. Ahora se enfocan en el envío de droga, pero eso no los exime de servir, “a necesidad”, en acciones de guerra sucia contra líderes y organizaciones de izquierda, populares, derechos humanos y restitución de tierras.