Procura mantenerte lo más tranquilo posible. Si un ladrón te está apuntando con un arma, no le respondas verbalmente, no grites ni hagas movimientos súbitos. Respira profundo y lento, y evita tener pensamientos de pánico. Presta atención a las órdenes del ladrón, pero piensa frases que te reconforten.[1]
Concéntrate en controlar tu respiración y piensa algo como “Todo estará bien. Guardar la calma me ayudará a superarlo”.
Guardar la calma puede ayudarte a pensar con claridad. Si estás calmado, también podría ser más probable que recuerdes los detalles cuando denuncies lo ocurrido a la policía. Además, entrar en pánico o hacer movimientos súbitos hará que el ladrón sea más impredecible.
Explicación:
elea por tu vida solo si es absolutamente necesario. La mayoría de las personas a las que les apuntan con pistola son víctimas de robo. En estos casos, el ladrón querrá tus pertenencias y lo más probable es que escape una vez que cooperes con él. Sin embargo, no obedezcas si el criminal trata de secuestrarte, te fuerza a entrar a un auto o te dispara.[6]
Trata de mirar por encima de su hombro y asentir con la cabeza, o di “¡Allí estás! ¡Ayúdame!” como si hubiera alguien detrás de él. Cuando voltee a mirar, prepara tu defensa o escapa a un lugar seguro. Si es posible, corre en zigzag para que tenga más dificultades al apuntarte.[7]
Si necesitas defenderte, busca objetos cercanos que puedas usar como armas improvisadas. Trata de desarmar al atacante y enfócate en sus ojos, cuello y otras áreas delicadas.
Si te están apuntando con una pistola, no trates de pelear o escapar, salvo que sea obvio que tu vida está en inminente peligro. Si te están robando, haz lo que te pidan. Si el criminal está tratando de hacerte entrar a un auto a la fuerza o te dispara, haz todo lo posible por escapar o defenderte.
Respuesta:
Procura mantenerte lo más tranquilo posible. Si un ladrón te está apuntando con un arma, no le respondas verbalmente, no grites ni hagas movimientos súbitos. Respira profundo y lento, y evita tener pensamientos de pánico. Presta atención a las órdenes del ladrón, pero piensa frases que te reconforten.[1]
Concéntrate en controlar tu respiración y piensa algo como “Todo estará bien. Guardar la calma me ayudará a superarlo”.
Guardar la calma puede ayudarte a pensar con claridad. Si estás calmado, también podría ser más probable que recuerdes los detalles cuando denuncies lo ocurrido a la policía. Además, entrar en pánico o hacer movimientos súbitos hará que el ladrón sea más impredecible.
Explicación:
elea por tu vida solo si es absolutamente necesario. La mayoría de las personas a las que les apuntan con pistola son víctimas de robo. En estos casos, el ladrón querrá tus pertenencias y lo más probable es que escape una vez que cooperes con él. Sin embargo, no obedezcas si el criminal trata de secuestrarte, te fuerza a entrar a un auto o te dispara.[6]
Trata de mirar por encima de su hombro y asentir con la cabeza, o di “¡Allí estás! ¡Ayúdame!” como si hubiera alguien detrás de él. Cuando voltee a mirar, prepara tu defensa o escapa a un lugar seguro. Si es posible, corre en zigzag para que tenga más dificultades al apuntarte.[7]
Si necesitas defenderte, busca objetos cercanos que puedas usar como armas improvisadas. Trata de desarmar al atacante y enfócate en sus ojos, cuello y otras áreas delicadas.
Si te están apuntando con una pistola, no trates de pelear o escapar, salvo que sea obvio que tu vida está en inminente peligro. Si te están robando, haz lo que te pidan. Si el criminal está tratando de hacerte entrar a un auto a la fuerza o te dispara, haz todo lo posible por escapar o defenderte.