Desde que la primera colonia británica en América del Norte fuera fundada en Virginia hasta la anexión de Hawái, por la que la configuración territorial del Estados Unidos actual quedó fijada, transcurrieron más de dos siglos. Compras, cesiones, intercambios, anexiones… la expansión hacia el oeste de las Trece Colonias iniciales se produjo de forma progresiva y lenta, con continuos roces fronterizos con sus precursores españoles y franceses.
Aunque la Declaración de Independencia de las Trece Colonias tuvo lugar en 1776, no fue hasta 1783, con el Tratado de París, cuando los Estados Unidos alcanzaron su estatus independiente y soberano. En el texto se estableció el río Misisipi como la frontera del nuevo territorio. Pocos años después, en 1791, Vermont, hasta ese momento país independiente de facto, fue incorporado como el estado número catorce. En 1795, Estados Unidos también creció hacia el sur, tras las disputas con España por las Floridas, que se saldaron con la ratificación del Tratado de San Lorenzo y la creación de una nueva frontera.
El siglo XVII se inició con la compra de Luisiana a Francia. Esta nueva adquisición volvió a provocar tensiones con España por la navegabilidad del Misisipi y, sobre todo, por la definición del territorio que abarcaba la compra de Luisiana. El Tratado de Adams-Onís, firmado en 1821, puso fin al conflicto y ambas partes celebraron como una victoria el acuerdo: Estados Unidos consolidó su control territorial y España, a cambio de ceder algunos territorios de Oregón —remotos y de escaso interés comercial— y Florida —cuya soberanía había perdido prácticamente—, sumó Texas al virreinato de Nueva España.
En 1845, Estados Unidos recuperó el control de Texas, incluyendo tierras reclamadas por México. La expansión hacia el oeste se culminó con el Tratado y el reparto con Reino Unido de Oregón (1846), la conquista de Alta California y Nuevo México, conocida también como ‘la cesión mexicana’ (1848), y la compra de La Mesilla también a México (1853).
Por último, para completar su expansión hasta la forma que conocemos hoy en día, Estados Unidos compró Alaska a Rusia en 1867 y se anexionó la República de Hawái en 1898.
Respuesta:
Desde que la primera colonia británica en América del Norte fuera fundada en Virginia hasta la anexión de Hawái, por la que la configuración territorial del Estados Unidos actual quedó fijada, transcurrieron más de dos siglos. Compras, cesiones, intercambios, anexiones… la expansión hacia el oeste de las Trece Colonias iniciales se produjo de forma progresiva y lenta, con continuos roces fronterizos con sus precursores españoles y franceses.
Aunque la Declaración de Independencia de las Trece Colonias tuvo lugar en 1776, no fue hasta 1783, con el Tratado de París, cuando los Estados Unidos alcanzaron su estatus independiente y soberano. En el texto se estableció el río Misisipi como la frontera del nuevo territorio. Pocos años después, en 1791, Vermont, hasta ese momento país independiente de facto, fue incorporado como el estado número catorce. En 1795, Estados Unidos también creció hacia el sur, tras las disputas con España por las Floridas, que se saldaron con la ratificación del Tratado de San Lorenzo y la creación de una nueva frontera.
El siglo XVII se inició con la compra de Luisiana a Francia. Esta nueva adquisición volvió a provocar tensiones con España por la navegabilidad del Misisipi y, sobre todo, por la definición del territorio que abarcaba la compra de Luisiana. El Tratado de Adams-Onís, firmado en 1821, puso fin al conflicto y ambas partes celebraron como una victoria el acuerdo: Estados Unidos consolidó su control territorial y España, a cambio de ceder algunos territorios de Oregón —remotos y de escaso interés comercial— y Florida —cuya soberanía había perdido prácticamente—, sumó Texas al virreinato de Nueva España.
En 1845, Estados Unidos recuperó el control de Texas, incluyendo tierras reclamadas por México. La expansión hacia el oeste se culminó con el Tratado y el reparto con Reino Unido de Oregón (1846), la conquista de Alta California y Nuevo México, conocida también como ‘la cesión mexicana’ (1848), y la compra de La Mesilla también a México (1853).
Por último, para completar su expansión hasta la forma que conocemos hoy en día, Estados Unidos compró Alaska a Rusia en 1867 y se anexionó la República de Hawái en 1898.