Respuesta:
Con el final de la Segunda Guerra Mundial se inicia una etapa en la que el mundo quedará dirigido por dos
grandes bloques, cuyos gobiernos van a sustituir las armas por la política cultural en una nueva tipología
de enfrentamiento conocida como “guerra psicológica”. Estados Unidos usará distintas herramientas para
exacerbar los valores de democracia, libertad o capitalismo con las que atraer a aquella parte de la ciudadanía
que había resultado decepcionada por las políticas desarrolladas a raíz de la Segunda Guerra Mundial, y
demostrar a las élites europeas que poseía una “alta cultura” y la necesidad de extender su modelo de way of
life por el Viejo Continente.
Para llevar a cabo esta nueva campaña no sólo recurrió a mecanismos como el Plan Marshall o el Fair
Deal, sino que hizo de la cultura un elemento más dentro de la industria exportadora con la que vender el
ideal estadounidense al otro lado del océano. Dentro de esa industria destaca la presencia propagandística en
el cómic, especialmente en el de superhéroes al personificar, en muchos casos, su propia identidad. Se trata de
un sector cuyo mensaje calaba en un amplio espectro de la población, por tratarse de un producto realmente
económico consumido por un importante porcentaje de la ciudadanía estadounidense.
A través de este medio de entretenimiento se pueden extraer distintas percepciones en torno a la realidad
estadounidense: la reformulación de su identidad y la del Otro, junto a la construcción del American Way of
Life o su convergencia dentro del sistema de relaciones internacionales.
En este caso, se va a exponer cómo desde los distintos gobiernos estadounidenses de la “primera guerra fría”
(1947-1960) –momento de mayor tensión entre EEUU y la URSS- se va a potenciar el miedo al comunismocomunismo
Explicación:
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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Respuesta:
Con el final de la Segunda Guerra Mundial se inicia una etapa en la que el mundo quedará dirigido por dos
grandes bloques, cuyos gobiernos van a sustituir las armas por la política cultural en una nueva tipología
de enfrentamiento conocida como “guerra psicológica”. Estados Unidos usará distintas herramientas para
exacerbar los valores de democracia, libertad o capitalismo con las que atraer a aquella parte de la ciudadanía
que había resultado decepcionada por las políticas desarrolladas a raíz de la Segunda Guerra Mundial, y
demostrar a las élites europeas que poseía una “alta cultura” y la necesidad de extender su modelo de way of
life por el Viejo Continente.
Para llevar a cabo esta nueva campaña no sólo recurrió a mecanismos como el Plan Marshall o el Fair
Deal, sino que hizo de la cultura un elemento más dentro de la industria exportadora con la que vender el
ideal estadounidense al otro lado del océano. Dentro de esa industria destaca la presencia propagandística en
el cómic, especialmente en el de superhéroes al personificar, en muchos casos, su propia identidad. Se trata de
un sector cuyo mensaje calaba en un amplio espectro de la población, por tratarse de un producto realmente
económico consumido por un importante porcentaje de la ciudadanía estadounidense.
A través de este medio de entretenimiento se pueden extraer distintas percepciones en torno a la realidad
estadounidense: la reformulación de su identidad y la del Otro, junto a la construcción del American Way of
Life o su convergencia dentro del sistema de relaciones internacionales.
En este caso, se va a exponer cómo desde los distintos gobiernos estadounidenses de la “primera guerra fría”
(1947-1960) –momento de mayor tensión entre EEUU y la URSS- se va a potenciar el miedo al comunismocomunismo
Explicación: