En sí, la estructura de las clases sociales no cambió si no la composición de las mismas.
Analizando el caso de los Estados Unidos, antes de los años 60 se observaba una sociedad segregada, inclusive con todos los avances en materia de derechos humanos con la Declaración Universal de Derechos Humanos. Las clases sociales es la manera de estratificar a la sociedad en grupos según ingresos, acceso a bienes materiales y función productiva, es un modelo que no ha cambiado desde el siglo XVII con el nacimiento de la “sociedad capitalista moderna”; entonces, la sociedad estadounidense no distaba mucho en composición de clases de cualquier otro país desarrollado de la época, sin embargo, los afroamericanos no contaban con los mismos derechos civiles que los blancos, lo que hacía casi imposible que escalaran en la estratificación social.
Estados Unidos tenía dos realidades, el norte y el sur, y esas realidades estaban marcadas por las oportunidades que tenían los negros de surgir económica y políticamente. La segregación racial incluía diferenciación de espacios como lugares de consumo y transporte, acceso a trabajos y posiciones en instituciones tanto públicas como privadas, y las restricciones de ingresos. Todo esto provocaba que los afroamericanos no tuvieran la misma interacción en la escala social que un blanco; si no tenían manera de aumentar su ingreso, diversificar su consumo, tener acceso a educación de calidad, posibilidad de ascenso en importantes compañías o siquiera la oportunidad de ejercer política, era totalmente imposible la movilidad social y por ende la escala de clases. Siendo así, las clases sociales antes de los años sesenta tenían una composición casi en su totalidad blanca en el espectro alto y medio alto, y los afroamericanos se ubicaban en estratos medio bajo y bajo.
Los movimiento sociales de los 60 fueron emblemáticos, no solo por su forma de luchar, su alcance y la aparición en la historia de Martin Luther King, sino también por los logros alcanzados y como cambiaron la composición y estructuración de la sociedad estadounidense. Sucesos como el boicot de Rosa Parks, la creación National Association for the Advancement of Colored People, la demanda de James Meredith a la Universidad de Misisipi para poder estudiar, la Marcha sobre Washington y el famoso discurso de King “I have a dream”, lograron que poco a poco se fueran conquistando espacios que permitieron el pleno disfrute de derechos civiles para los afroamericanos. El que ganaran las demandas de empleos dignos, vivienda decente, derecho al voto y educación integrada de calidad, modificó por completo la constitución de las clases sociales; ya después de los años 60, los afroamericanos pudieron formar parte de la movilidad social, tener acceso a los servicios suficientes como para poder diversificar sus oportunidades de aumentar su ingreso y así formar parte de la estructura social convencional.
En sí, la estructura de las clases sociales no cambió si no la composición de las mismas.
Analizando el caso de los Estados Unidos, antes de los años 60 se observaba una sociedad segregada, inclusive con todos los avances en materia de derechos humanos con la Declaración Universal de Derechos Humanos. Las clases sociales es la manera de estratificar a la sociedad en grupos según ingresos, acceso a bienes materiales y función productiva, es un modelo que no ha cambiado desde el siglo XVII con el nacimiento de la “sociedad capitalista moderna”; entonces, la sociedad estadounidense no distaba mucho en composición de clases de cualquier otro país desarrollado de la época, sin embargo, los afroamericanos no contaban con los mismos derechos civiles que los blancos, lo que hacía casi imposible que escalaran en la estratificación social.
Estados Unidos tenía dos realidades, el norte y el sur, y esas realidades estaban marcadas por las oportunidades que tenían los negros de surgir económica y políticamente. La segregación racial incluía diferenciación de espacios como lugares de consumo y transporte, acceso a trabajos y posiciones en instituciones tanto públicas como privadas, y las restricciones de ingresos. Todo esto provocaba que los afroamericanos no tuvieran la misma interacción en la escala social que un blanco; si no tenían manera de aumentar su ingreso, diversificar su consumo, tener acceso a educación de calidad, posibilidad de ascenso en importantes compañías o siquiera la oportunidad de ejercer política, era totalmente imposible la movilidad social y por ende la escala de clases. Siendo así, las clases sociales antes de los años sesenta tenían una composición casi en su totalidad blanca en el espectro alto y medio alto, y los afroamericanos se ubicaban en estratos medio bajo y bajo.
Los movimiento sociales de los 60 fueron emblemáticos, no solo por su forma de luchar, su alcance y la aparición en la historia de Martin Luther King, sino también por los logros alcanzados y como cambiaron la composición y estructuración de la sociedad estadounidense. Sucesos como el boicot de Rosa Parks, la creación National Association for the Advancement of Colored People, la demanda de James Meredith a la Universidad de Misisipi para poder estudiar, la Marcha sobre Washington y el famoso discurso de King “I have a dream”, lograron que poco a poco se fueran conquistando espacios que permitieron el pleno disfrute de derechos civiles para los afroamericanos. El que ganaran las demandas de empleos dignos, vivienda decente, derecho al voto y educación integrada de calidad, modificó por completo la constitución de las clases sociales; ya después de los años 60, los afroamericanos pudieron formar parte de la movilidad social, tener acceso a los servicios suficientes como para poder diversificar sus oportunidades de aumentar su ingreso y así formar parte de la estructura social convencional.