El poder coercitivo. Aquel que emplea una amenaza o la intimidación para lograr que el otro acate una autoridad. Esto puede incluir medios físicos, sociales, emocionales o económicos, y la coacción no necesariamente debe ser evidente, ni debe estar al tanto de ella quien es sometido al poder.
El poder de recompensa. Aquel que por el contrario ofrece un premio o una remuneración a quien acate sus designios. Dichas recompensas pueden ser tangibles o intangibles, y positivas (premios) o negativas (castigos).
El poder legítimo. Aquel que emanan las instituciones, o sea, que proviene de un puesto de autoridad elegido o designado conforme a la ley, y no usurpado mediante la fuerza. Es un poder formal, que ocupa un peldaño en la jerarquía de la sociedad.
Respuesta:
El poder coercitivo. Aquel que emplea una amenaza o la intimidación para lograr que el otro acate una autoridad. Esto puede incluir medios físicos, sociales, emocionales o económicos, y la coacción no necesariamente debe ser evidente, ni debe estar al tanto de ella quien es sometido al poder.
El poder de recompensa. Aquel que por el contrario ofrece un premio o una remuneración a quien acate sus designios. Dichas recompensas pueden ser tangibles o intangibles, y positivas (premios) o negativas (castigos).
El poder legítimo. Aquel que emanan las instituciones, o sea, que proviene de un puesto de autoridad elegido o designado conforme a la ley, y no usurpado mediante la fuerza. Es un poder formal, que ocupa un peldaño en la jerarquía de la sociedad.
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