penetra en nuestro organismo generalmente a través de las gotitas en suspensión que aspiramos por la nariz o la boca. Una vez llega a la célula del huésped, penetra en sus células a través de una proteína llamada ACE2, que le sirve de ‘apertura’ de la cerradura celular.
penetra en nuestro organismo generalmente a través de las gotitas en suspensión que aspiramos por la nariz o la boca. Una vez llega a la célula del huésped, penetra en sus células a través de una proteína llamada ACE2, que le sirve de ‘apertura’ de la cerradura celular.