AUSAS DE LA EXPANSIÓN COLONIAL Se pueden señalar como motores de la expansión la demografía, la economía, la política y, finalmente, aspectos culturales e ideológicos.
a) El crecimiento de la población europea provoca en muchos países una fuerte presión demográfica, que no tiene otra salida que el intento de muchas familias de iniciar una nueva vida en otros continentes.
Cuarenta millones de europeos abandonan sus patrias desde comienzos del siglo XIX hasta 1930, plazo que podría reducirse a 1850-1914; se trata de las migraciones más intensas de la historia. En los años 80 se alcanza la cifra de medio millón anual, en 1887 se llega a los ochocientos mil; es un proceso cada vez más acusado, en e! que incide el progreso del transporte —Leroy Beaulieu ha estudiado el papel decisivo que juegan
los barcos de vapor— y fenómenos psicológicos de imitación; América se convierte en un señuelo, en una palabra prometedora de fortunas rápidas. En los puertos se señala la presencia de esta marea humana; las compañías transatlánticas hacen sus negocios con la afluencia de viajeros.
AUSAS DE LA EXPANSIÓN COLONIAL
a) El crecimiento de la población europea provoca en muchos países una fuerte presión demográfica, que no tiene otra salida que el intento de muchas familias de iniciar una nueva vida en otros continentes.Se pueden señalar como motores de la expansión la demografía, la economía, la política y, finalmente, aspectos culturales e ideológicos.
Cuarenta millones de europeos abandonan sus patrias desde comienzos del siglo XIX hasta 1930, plazo que podría reducirse a 1850-1914; se trata de las migraciones más intensas de la historia. En los años 80 se alcanza la cifra de medio millón anual, en 1887 se llega a los ochocientos mil; es un proceso cada vez más acusado, en e! que incide el progreso del transporte —Leroy Beaulieu ha estudiado el papel decisivo que juegan
los barcos de vapor— y fenómenos psicológicos de imitación; América se convierte en un señuelo, en una palabra prometedora de fortunas rápidas. En los puertos se señala la presencia de esta marea humana; las compañías transatlánticas hacen sus negocios con la afluencia de viajeros.