El Plan Pinedo propuso, como salida a las dificultades que la guerra generaba en la economía argentina, tres objetivos: a) insistir en la compra de las cosechas por parte del Estado, para sostener el precio de las mismas; b) estimular la construcción pública y privada, por su efecto multiplicador sobre muchas otras actividades de la economía; y c) incentivar la producción industrial.
Pinedo sostenía que si el comercio exterior seguía siendo la "rueda maestra" de la economía, las actividades industriales, "ruedas menores", contribuían al equilibrio general de dicha economía. Pinedo advirtió claramente el problema de una economía excesivamente cerrada en sí misma y propuso estimular las llamadas "industrias naturales", que elaboraran materias primas locales y las exportasen a mercados tales como los países vecinos y Estados Unidos. Por esa vía, a largo plazo, la Argentina solucionaría el problemático déficit comercial que mantenía con el país del Norte, que indudablemente se incrementaría a la par del crecimiento del sector industrial argentino, y, con este último, el aumento de la demanda de insumos, máquinas, repuestos y combustibles, elementos de los cuales el mercado norteamericano era el principal proveedor.
El Plan Pinedo propuso, como salida a las dificultades que la guerra generaba en la economía argentina, tres objetivos:
a) insistir en la compra de las cosechas por parte del Estado, para sostener el precio de las mismas;
b) estimular la construcción pública y privada, por su efecto multiplicador sobre muchas otras actividades de la economía; y
c) incentivar la producción industrial.
Pinedo sostenía que si el comercio exterior seguía siendo la "rueda maestra" de la economía, las actividades industriales, "ruedas menores", contribuían al equilibrio general de dicha economía.
Pinedo advirtió claramente el problema de una economía excesivamente cerrada en sí misma y propuso estimular las llamadas "industrias naturales", que elaboraran materias primas locales y las exportasen a mercados tales como los países vecinos y Estados Unidos. Por esa vía, a largo plazo, la Argentina solucionaría el problemático déficit comercial que mantenía con el país del Norte, que indudablemente se incrementaría a la par del crecimiento del sector industrial argentino, y, con este último, el aumento de la demanda de insumos, máquinas, repuestos y combustibles, elementos de los cuales el mercado norteamericano era el principal proveedor.