El cristianismo es una religión monoteísta que tuvo su origen en el siglo I de nuestra era. Se funda en las enseñanzas de Jesús de Nazaret.
A lo largo de la historia se han generado importantes polémicas sobre su naturaleza. Por ello, algunos autores sostienen que es importante distinguir entre el cristianismo como espiritualidad y su desarrollo histórico.
Veamos algunas características fundamentales del cristianismo como fe, que son comunes a todas sus denominaciones:
1. Es una religión mesiánica
Jesús de Nazaret o Jesucristo (Jesús el Cristo, es decir, "el ungido") es considerado el mesías prometido por el Antiguo Testamento y, por tanto, el Salvador. Alrededor de su figura se articula el cristianismo. Destacan dos aspectos fundamentales:
La correspondencia con las profecías del Antiguo Testamento: la encarnación humana del mesías en una madre virgen, su pasión, muerte y resurrección, y
La proclamación de la Buena Nueva, esto es, el mensaje del amor y la promesa del Reino de Dios.
2. Se rige por el Nuevo Testamento
El cristianismo tiene como base la Biblia, que incluye Antiguo y Nuevo Testamento. Sin embargo, el Nuevo Testamento es el libro de orientación fundamental.
Este reúne los cuatro evangelios canónicos de Marcos, Mateo, Lucas y Juan, los cuales resumen el mensaje de Jesús. Además, contiene el libro de los Hechos de los Apóstoles, las cartas pastorales de Pablo, Pedro, Santiago y Juan, y las visiones proféticas del Apocalipsis.
3. Dios es concebido como Santísima Trinidad
Para el cristianismo, Dios es uno y trino. En él se manifiestan tres personas divinas: el Padre, creador de la vida, el Hijo (Jesús), enviado a la humanidad como mesías, y el Espíritu Santo, que infunde la vida e inspira el bien.
Una novedad del cristianismo es plantear a Dios como Padre, en contraste con la imagen de Dios como señor de los ejércitos, rey de reyes o juez vengador.
Otra novedad es que, para los creyentes, Jesús resume una doble naturaleza: es al mismo tiempo Dios y hombre.
Ver también Santísima Trinidad.
4. Propone el amor como única forma de seguimiento de Dios
El cristianismo plantea que la fraternidad, el servicio, la humildad y la caridad constituyen el estilo de vida del creyente. Esto se fundamenta en el llamado mandamiento del amor al que Jesús le da un nuevo sentido:
Un mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros; como yo los he amado, que también se amen unos a otros. En esto conocerán todos que son mis discípulos, si tienen amor los unos con los otros. Juan 13: 34-35
5. Cree en el perdón, la misericordia y la conversión
En sus fundamentos, el cristianismo presenta a Dios como un ser misericordioso, tal como Jesús lo manifiesta en sus actitudes de perdón hacia sus victimarios, María la Magdalena, la mujer adúltera o el recaudador de impuestos Zaqueo.
En este sentido, el cristianismo comprende que una persona puede ser dignificada y restablecida espiritualmente a través del del arrepentimiento y la conversión.
6. Cree en la resurrección y la vida eterna
La noción de vida eterna no era común entre los judíos del tiempo de Jesús. Jesús retoma la noción de resurrección y defiende la idea de la vida eterna centrada en Dios.
La creencia en la resurrección era compartida en parte por los fariseos. La diferencia radicaba en que, para ellos, la resurrección consistía en la restauración del reino de Israel que ocurriría en el fin de los tiempos.
En la medida en que propone la resurrección, el cristianismo es contrario a la idea de la reencarnación. Para el cristianismo, la vida es una y, como tal, debe ser valorada y respetada.
Respuesta:
El cristianismo es una religión monoteísta que tuvo su origen en el siglo I de nuestra era. Se funda en las enseñanzas de Jesús de Nazaret.
A lo largo de la historia se han generado importantes polémicas sobre su naturaleza. Por ello, algunos autores sostienen que es importante distinguir entre el cristianismo como espiritualidad y su desarrollo histórico.
Veamos algunas características fundamentales del cristianismo como fe, que son comunes a todas sus denominaciones:
1. Es una religión mesiánica
Jesús de Nazaret o Jesucristo (Jesús el Cristo, es decir, "el ungido") es considerado el mesías prometido por el Antiguo Testamento y, por tanto, el Salvador. Alrededor de su figura se articula el cristianismo. Destacan dos aspectos fundamentales:
La correspondencia con las profecías del Antiguo Testamento: la encarnación humana del mesías en una madre virgen, su pasión, muerte y resurrección, y
La proclamación de la Buena Nueva, esto es, el mensaje del amor y la promesa del Reino de Dios.
2. Se rige por el Nuevo Testamento
El cristianismo tiene como base la Biblia, que incluye Antiguo y Nuevo Testamento. Sin embargo, el Nuevo Testamento es el libro de orientación fundamental.
Este reúne los cuatro evangelios canónicos de Marcos, Mateo, Lucas y Juan, los cuales resumen el mensaje de Jesús. Además, contiene el libro de los Hechos de los Apóstoles, las cartas pastorales de Pablo, Pedro, Santiago y Juan, y las visiones proféticas del Apocalipsis.
3. Dios es concebido como Santísima Trinidad
Para el cristianismo, Dios es uno y trino. En él se manifiestan tres personas divinas: el Padre, creador de la vida, el Hijo (Jesús), enviado a la humanidad como mesías, y el Espíritu Santo, que infunde la vida e inspira el bien.
Una novedad del cristianismo es plantear a Dios como Padre, en contraste con la imagen de Dios como señor de los ejércitos, rey de reyes o juez vengador.
Otra novedad es que, para los creyentes, Jesús resume una doble naturaleza: es al mismo tiempo Dios y hombre.
Ver también Santísima Trinidad.
4. Propone el amor como única forma de seguimiento de Dios
El cristianismo plantea que la fraternidad, el servicio, la humildad y la caridad constituyen el estilo de vida del creyente. Esto se fundamenta en el llamado mandamiento del amor al que Jesús le da un nuevo sentido:
Un mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros; como yo los he amado, que también se amen unos a otros. En esto conocerán todos que son mis discípulos, si tienen amor los unos con los otros. Juan 13: 34-35
5. Cree en el perdón, la misericordia y la conversión
En sus fundamentos, el cristianismo presenta a Dios como un ser misericordioso, tal como Jesús lo manifiesta en sus actitudes de perdón hacia sus victimarios, María la Magdalena, la mujer adúltera o el recaudador de impuestos Zaqueo.
En este sentido, el cristianismo comprende que una persona puede ser dignificada y restablecida espiritualmente a través del del arrepentimiento y la conversión.
6. Cree en la resurrección y la vida eterna
La noción de vida eterna no era común entre los judíos del tiempo de Jesús. Jesús retoma la noción de resurrección y defiende la idea de la vida eterna centrada en Dios.
La creencia en la resurrección era compartida en parte por los fariseos. La diferencia radicaba en que, para ellos, la resurrección consistía en la restauración del reino de Israel que ocurriría en el fin de los tiempos.
En la medida en que propone la resurrección, el cristianismo es contrario a la idea de la reencarnación. Para el cristianismo, la vida es una y, como tal, debe ser valorada y respetada.
Ver también Reencarnación.
Explicación: