Dentro de la transición existirían varios momentos claves, que pueden considerarse críticos.
El primero es la Crisis del siglo XIV, que no sólo fue una crisis demográfica ligada a la Peste Negra de 1348, sino que está ligada a una inadecuación del modo de producción feudal al aumento de las fuerzas productivas:
aumento de la población desde al menos el año 1000,
roturación de nuevas tierras, con la consiguiente actuación de la ley de rendimientos decrecientes,
imposibilidad de aumentar el lento ritmo de mejoras técnicas (desconectadas de la ciencia medieval),
inadecuación del feudalismo para convertir los excedentes en capital: los señores no los invierten (traicionarían su papel social, que condena el trabajo y los campesinos no disponen de ellos) mientras que la burguesía y la ciudad ocupan un papel subsidiario (el alcance de éste papel es uno de los puntos centrales del debate historiográfico entre los autores arriba señalados).
Dentro de la transición existirían varios momentos claves, que pueden considerarse críticos.
El primero es la Crisis del siglo XIV, que no sólo fue una crisis demográfica ligada a la Peste Negra de 1348, sino que está ligada a una inadecuación del modo de producción feudal al aumento de las fuerzas productivas:
aumento de la población desde al menos el año 1000,
roturación de nuevas tierras, con la consiguiente actuación de la ley de rendimientos decrecientes,
imposibilidad de aumentar el lento ritmo de mejoras técnicas (desconectadas de la ciencia medieval),
inadecuación del feudalismo para convertir los excedentes en capital: los señores no los invierten (traicionarían su papel social, que condena el trabajo y los campesinos no disponen de ellos) mientras que la burguesía y la ciudad ocupan un papel subsidiario (el alcance de éste papel es uno de los puntos centrales del debate historiográfico entre los autores arriba señalados).