En el año 2000 celebramos el centenario de la publicación de Ariel, la obra de Rodó que simboliza la afirmación del ideal cultural latinoamericano.
Integrante de la generación del 900, Rodó nació en 1871 en Montevideo y murió en Palermo (Italia) en 1917. Tenía cuarenta y cinco años y había pasado por la docencia y por la vida política, en la que sólo cosechó decepciones.
La publicación de Ariel, en 1900, fue de gran impacto en toda América. Rodó proponía el rescate de la cultura latinoamericana en toda su unidad y en su conjunto. A quienes, en la búsqueda de la identidad, no solamente uruguaya sino americana, dirigían su mirada hacia Europa o hacia los Estados Unidos, Rodó ofrecía una respuesta nueva.
Es desde el contexto uruguayo y rioplatense que Rodó escribió su ensayo. Le inquietaba seguramente el tema de la identidad cultural de su país y de su región, ante la aceleración de las transformaciones modernizadoras y la llegada masiva de inmigrantes. También se intuye la influencia de la problemática latinoamericana finisecular: la emergencia de los Estados Unidos como potencia, el retorno de los iberoamericanos a sus orígenes culturales y la derrota española en la Guerra de Cuba, en 1898, fomentaron algunos complejos en la intelectualidad de América Latina. En una reacción magnífica, optando por la exploración y la recuperación de las raíces, Rodó, en su Ariel, propuso a «la juventud de América» una nueva valoración de su pasado y una nueva mirada hacia su futuro. El llamado: «Debes llegar a ser el que eres» apelaba a la justa apreciación de las propias raíces culturales y a la definición de un proyecto propio y realista. Así lo entendieron los jóvenes estudiantes latinoamericanos a partir de 1908.
El magisterio de Rodó no se limitó sin embargo a los originales aportes de Ariel. Liberalismo y jacobinismo, Motivos de Proteo, El mirador de Próspero son permanentes desafíos para los espíritus abiertos y reflexivos.
En el ciclo cuyas exposiciones les ofrecemos se desarrollaron otros aspectos de la obra de José Enrique Rodó: su notable influjo en la educación uruguaya; su participación en la polémica que se originó en 1906, cuando se decidió el retiro los crucifijos de los hospitales públicos. En su polémica con el doctor Pedro Díaz, Rodó planteó un concepto definido de liberalismo, más cercano al respeto de la libertad individual como valor supremo y a la apertura a la diversidad religiosa, que opone al jacobinismo, de fuerte presencia en el Uruguay.
A la reflexión sobre estos temas y otros fue consagrado el ciclo cuya publicación es el tema central de este número de Prisma.
El ciclo de conferencias «Arielismo y latinoamericanismo», organizado por el Instituto de Historia de la Facultad de Ciencias Sociales y Comunicación de la Universidad Católica, tuvo lugar los días 17 y 18 de octubre de 2000. Contó con el apoyo del Instituto de Filosofía de la Universidad Católica y con los auspicios del Ministerio de Educación y Cultura, el Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay y la Academia Nacional de Letras.
El martes 17 de octubre, las actividades se iniciaron con la conferencia «El Uruguay desde el que se escribió Ariel», a cargo de Enrique Mena Segarra; más tarde Alberto Methol Ferré desarrolló el tema «De Rodó al Mercosur». Ese mismo día se presentó el panel «Arielismo, ¿impulso o freno para América Latina?», con la participación de Romeo Pérez Antón y Adolfo Garcé.
El día 18 de octubre, Heber Benítez presentó la conferencia «Ariel y las raíces del vuelo, entre El que vendrá y lo que no viene». Pablo da Silveira disertó sobre «Rodó: un liberal contra el jacobinismo», y el panel, integrado por Helena Costábile y Antonio Pérez García, sobre «La influencia de José Enrique Rodó en la educación uruguaya», cerró el programa.
Una vez más, deseamos compartir con nuestros lectores los trabajos de investigación y las propuestas de reflexión que han resultado del trabajo anual del Instituto de Historia. Al iniciarse el siglo XXI, en otro Uruguay y en otro mundo, la obra de Rodó se mantiene vigente y nos interpela.
Fuera del tema central se presentan dos artículos. En el primero, Ana María e Isabel Quintillán se ocupan del factor recursos humanos en la gestión ambiental mediante el análisis de algunas experiencias en la actividad empresarial nacional. Finalmente, Susana Monreal sintetiza las grandes líneas de la historia de la Iglesia Católica en el Uruguay y reseña los principales enfoques historiográficos sobre el tema.
En el año 2000 celebramos el centenario de la publicación de Ariel, la obra de Rodó que simboliza la afirmación del ideal cultural latinoamericano.
Integrante de la generación del 900, Rodó nació en 1871 en Montevideo y murió en Palermo (Italia) en 1917. Tenía cuarenta y cinco años y había pasado por la docencia y por la vida política, en la que sólo cosechó decepciones.
La publicación de Ariel, en 1900, fue de gran impacto en toda América. Rodó proponía el rescate de la cultura latinoamericana en toda su unidad y en su conjunto. A quienes, en la búsqueda de la identidad, no solamente uruguaya sino americana, dirigían su mirada hacia Europa o hacia los Estados Unidos, Rodó ofrecía una respuesta nueva.
Es desde el contexto uruguayo y rioplatense que Rodó escribió su ensayo. Le inquietaba seguramente el tema de la identidad cultural de su país y de su región, ante la aceleración de las transformaciones modernizadoras y la llegada masiva de inmigrantes. También se intuye la influencia de la problemática latinoamericana finisecular: la emergencia de los Estados Unidos como potencia, el retorno de los iberoamericanos a sus orígenes culturales y la derrota española en la Guerra de Cuba, en 1898, fomentaron algunos complejos en la intelectualidad de América Latina. En una reacción magnífica, optando por la exploración y la recuperación de las raíces, Rodó, en su Ariel, propuso a «la juventud de América» una nueva valoración de su pasado y una nueva mirada hacia su futuro. El llamado: «Debes llegar a ser el que eres» apelaba a la justa apreciación de las propias raíces culturales y a la definición de un proyecto propio y realista. Así lo entendieron los jóvenes estudiantes latinoamericanos a partir de 1908.
El magisterio de Rodó no se limitó sin embargo a los originales aportes de Ariel. Liberalismo y jacobinismo, Motivos de Proteo, El mirador de Próspero son permanentes desafíos para los espíritus abiertos y reflexivos.
En el ciclo cuyas exposiciones les ofrecemos se desarrollaron otros aspectos de la obra de José Enrique Rodó: su notable influjo en la educación uruguaya; su participación en la polémica que se originó en 1906, cuando se decidió el retiro los crucifijos de los hospitales públicos. En su polémica con el doctor Pedro Díaz, Rodó planteó un concepto definido de liberalismo, más cercano al respeto de la libertad individual como valor supremo y a la apertura a la diversidad religiosa, que opone al jacobinismo, de fuerte presencia en el Uruguay.
A la reflexión sobre estos temas y otros fue consagrado el ciclo cuya publicación es el tema central de este número de Prisma.
El ciclo de conferencias «Arielismo y latinoamericanismo», organizado por el Instituto de Historia de la Facultad de Ciencias Sociales y Comunicación de la Universidad Católica, tuvo lugar los días 17 y 18 de octubre de 2000. Contó con el apoyo del Instituto de Filosofía de la Universidad Católica y con los auspicios del Ministerio de Educación y Cultura, el Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay y la Academia Nacional de Letras.
El martes 17 de octubre, las actividades se iniciaron con la conferencia «El Uruguay desde el que se escribió Ariel», a cargo de Enrique Mena Segarra; más tarde Alberto Methol Ferré desarrolló el tema «De Rodó al Mercosur». Ese mismo día se presentó el panel «Arielismo, ¿impulso o freno para América Latina?», con la participación de Romeo Pérez Antón y Adolfo Garcé.
El día 18 de octubre, Heber Benítez presentó la conferencia «Ariel y las raíces del vuelo, entre El que vendrá y lo que no viene». Pablo da Silveira disertó sobre «Rodó: un liberal contra el jacobinismo», y el panel, integrado por Helena Costábile y Antonio Pérez García, sobre «La influencia de José Enrique Rodó en la educación uruguaya», cerró el programa.
Una vez más, deseamos compartir con nuestros lectores los trabajos de investigación y las propuestas de reflexión que han resultado del trabajo anual del Instituto de Historia. Al iniciarse el siglo XXI, en otro Uruguay y en otro mundo, la obra de Rodó se mantiene vigente y nos interpela.
Fuera del tema central se presentan dos artículos. En el primero, Ana María e Isabel Quintillán se ocupan del factor recursos humanos en la gestión ambiental mediante el análisis de algunas experiencias en la actividad empresarial nacional. Finalmente, Susana Monreal sintetiza las grandes líneas de la historia de la Iglesia Católica en el Uruguay y reseña los principales enfoques historiográficos sobre el tema.