- Consumo alto de hidratos de carbono, fibra y antioxidantes. Cereales, legumbres y verduras. - Bajo consumo de ácidos grasos saturados (grasas de origen animal como las carnes rojas y la mantequilla), usándose en lugar de la mantequilla el aceite de oliva - Consumo moderado de carne, en la que prevalece las carnes blancas, más ligeras. - Uso generoso de hierbas aromáticas. - Beber algo de vino tinto en las comidas. - La mayoría de la grasa que se consume es en forma de ácidos grasos monoinsaturados (aceite de oliva) y poliinsaturados (pescado azul y frutos secos).
Además de estas características dietéticas, la dieta mediterránea va acompañada de las siguientes costumbres culturales:
- Comida compartida con la familia y los amigos. - Platos sabrosos y atractivos visualmente, elaborados sin prisas. - Se come de forma relajada, disfrutando de la comida. - Se hace la siesta después de la comida.
- Consumo alto de hidratos de carbono, fibra y antioxidantes. Cereales, legumbres y verduras.
- Bajo consumo de ácidos grasos saturados (grasas de origen animal como las carnes rojas y la mantequilla), usándose en lugar de la mantequilla el aceite de oliva
- Consumo moderado de carne, en la que prevalece las carnes blancas, más ligeras.
- Uso generoso de hierbas aromáticas.
- Beber algo de vino tinto en las comidas.
- La mayoría de la grasa que se consume es en forma de ácidos grasos monoinsaturados (aceite de oliva) y poliinsaturados (pescado azul y frutos secos).
Además de estas características dietéticas, la dieta mediterránea va acompañada de las siguientes costumbres culturales:
- Comida compartida con la familia y los amigos.
- Platos sabrosos y atractivos visualmente, elaborados sin prisas.
- Se come de forma relajada, disfrutando de la comida.
- Se hace la siesta después de la comida.