La literatura en Chile se gestó primeramente a través de la conquista y colonización que llevó a cabo el Imperio españoldurante el siglo XVI en los territorios pertenecientes en la actualidad a Chile. Los conquistadores trajeron consigo a cronistas europeos que tuvieron la función de describir los acontecimientos importantes acaecidos en estos procesos, para posteriormente dar cuenta ante la corona española. En este contexto se destacó Alonso de Ercilla con su poema épico La Araucana, publicado en España en 1569, 1578 y 1589, y que describe la lucha entre los españoles y mapuches en la Guerra de Arauco.1 Otra obra que también describió este conflicto fue Arauco domado, escrita por Pedro de Oña, el primer poeta nacido en Chile,2 y publicada en 1596. Estas obras fueron creadas para el público lector español.
Más tarde, durante el período colonial y hasta el siglo XIX, sobresalió la labor literaria realizada por las monjas de los conventos chilenos, quienes se caracterizaron por escribir cartas espirituales, diarios, autobiografías y epistolarios.3Descollaron Tadea de San Joaquín, Úrsula Suárez y Josefa de los Dolores.3
La lectura fue, durante la época colonial, una práctica realizada por una minoría de la sociedad chilena, situación que comenzó a cambiar a partir de la década de 1840, cuando un grupo de intelectuales impulsaron la formación de una sociedad lectora.4n. 1 Este grupo consideraba que la lectura era una herramienta eficaz para civilizar a una nación.5
La literatura en Chile se gestó primeramente a través de la conquista y colonización que llevó a cabo el Imperio españoldurante el siglo XVI en los territorios pertenecientes en la actualidad a Chile. Los conquistadores trajeron consigo a cronistas europeos que tuvieron la función de describir los acontecimientos importantes acaecidos en estos procesos, para posteriormente dar cuenta ante la corona española. En este contexto se destacó Alonso de Ercilla con su poema épico La Araucana, publicado en España en 1569, 1578 y 1589, y que describe la lucha entre los españoles y mapuches en la Guerra de Arauco.1 Otra obra que también describió este conflicto fue Arauco domado, escrita por Pedro de Oña, el primer poeta nacido en Chile,2 y publicada en 1596. Estas obras fueron creadas para el público lector español.
Más tarde, durante el período colonial y hasta el siglo XIX, sobresalió la labor literaria realizada por las monjas de los conventos chilenos, quienes se caracterizaron por escribir cartas espirituales, diarios, autobiografías y epistolarios.3Descollaron Tadea de San Joaquín, Úrsula Suárez y Josefa de los Dolores.3
La lectura fue, durante la época colonial, una práctica realizada por una minoría de la sociedad chilena, situación que comenzó a cambiar a partir de la década de 1840, cuando un grupo de intelectuales impulsaron la formación de una sociedad lectora.4n. 1 Este grupo consideraba que la lectura era una herramienta eficaz para civilizar a una nación.5