La hepatitis B, una inflamación del hígado causada por un virus, se transmite a través del contacto con la sangre, por relaciones sexuales no protegidas, por medio de la madre infectada al hijo durante el embarazo o por uso de drogas endovenosas, entre otras.
La edad en que se contrae la enfermedad aguda determina el riesgo de progresión a enfermedad crónica, es decir, a menor edad, mayor riesgo de adquirir la infección y que tenga evolución crónica. Al prolongarse en el tiempo, ésta puede provocar daños en el hígado (cirrosis) o cáncer de hígado.
El período de incubación de esta patología es extenso: de uno a cuatro meses. La forma clínica más habitual es la hepatitis aguda, que se resuelve espontáneamente en un período entre 1 a 3 meses. Existen, además, formas asintomáticas que pueden observarse hasta en el 60% de los casos.
La hepatitis B, una inflamación del hígado causada por un virus, se transmite a través del contacto con la sangre, por relaciones sexuales no protegidas, por medio de la madre infectada al hijo durante el embarazo o por uso de drogas endovenosas, entre otras.
La edad en que se contrae la enfermedad aguda determina el riesgo de progresión a enfermedad crónica, es decir, a menor edad, mayor riesgo de adquirir la infección y que tenga evolución crónica. Al prolongarse en el tiempo, ésta puede provocar daños en el hígado (cirrosis) o cáncer de hígado.
El período de incubación de esta patología es extenso: de uno a cuatro meses. La forma clínica más habitual es la hepatitis aguda, que se resuelve espontáneamente en un período entre 1 a 3 meses. Existen, además, formas asintomáticas que pueden observarse hasta en el 60% de los casos.