Dios renombró a Jacob como Israel3 tiempo después que este protagonizara una lucha contra un ángel4 , y en su momento llegaría a ser el padre de los israelitas.5
Según la tradición, Jacob probablemente nació en Lahai-roi, unos veinte años después del matrimonio entre Isaac y Rebeca,6 cuando para ese tiempo su padre tenía 60 años de edad7 , y su abuelo Abraham, 160 años. Al igual que su padre, Jacob era de disposición tranquila, porque, según el relato, él era un ish tam, un hombre sencillo y puro. También dice que yacía «en la tienda» lo cual podría ser una señal de que era alguien además estudioso.
Era el segundo nacido de los hijos mellizos de Isaac y Rebeca. Durante el embarazo, los niños luchaban dentro de ella8 . Cuando Rebeca le consultó a Dios el porqué de la lucha, recibió el mensaje de parte de Él, que dos naciones, muy distintas entre ellas, estaban formándose en su vientre, y que el mayor serviría al menor.9 Rebeca siempre recordó estas palabras. De hecho, ella siempre favoreció a Jacob. Entretanto, su padre, Isaac, siempre favoreció a Esaú, el otro hijo mellizo, quien era un hombre de campo y un gran cazador.
Dios renombró a Jacob como Israel3 tiempo después que este protagonizara una lucha contra un ángel4 , y en su momento llegaría a ser el padre de los israelitas.5
Según la tradición, Jacob probablemente nació en Lahai-roi, unos veinte años después del matrimonio entre Isaac y Rebeca,6 cuando para ese tiempo su padre tenía 60 años de edad7 , y su abuelo Abraham, 160 años. Al igual que su padre, Jacob era de disposición tranquila, porque, según el relato, él era un ish tam, un hombre sencillo y puro. También dice que yacía «en la tienda» lo cual podría ser una señal de que era alguien además estudioso.
Era el segundo nacido de los hijos mellizos de Isaac y Rebeca. Durante el embarazo, los niños luchaban dentro de ella8 . Cuando Rebeca le consultó a Dios el porqué de la lucha, recibió el mensaje de parte de Él, que dos naciones, muy distintas entre ellas, estaban formándose en su vientre, y que el mayor serviría al menor.9 Rebeca siempre recordó estas palabras. De hecho, ella siempre favoreció a Jacob. Entretanto, su padre, Isaac, siempre favoreció a Esaú, el otro hijo mellizo, quien era un hombre de campo y un gran cazador.