GUMILALOCA
La economía de España, que es capitalista mixta, es la doceava más grande del mundo.
En términos de renta per cápita, España está casi a la par de las economías de Alemania y Francia.
Entre 1994 y 2008, la economía española creció en forma sostenida. Sin embargo, España se vio afectada considerablemente por la crisis financiera mundial de 2008.
A lo largo de la crisis, España entró dos veces en recesión (es decir, acumuló más de dos trimestres consecutivos de decrecimiento económico). El primer período se produjo en el tercer trimestre de 2008 y la depresión se mantuvo hasta el primer trimestre de 2010. La recuperación no llegó a consolidarse, pues la economía española volvió a mostrar tasas negativas en el segundo trimestre de 2011 y entró de nuevo en recesión en el tercer trimestre de ese año, manteniéndose hasta el cuarto trimestre de 2013, cuando el Banco de España anunció que la recesión económica española técnicamente había finalizado.
El gobierno puso en marcha una política de rescate que ha tenido un impacto directo en los ciudadanos y residentes, con medidas de austeridad como la disminución o congelación de salarios, mayores impuestos y menos programas de asistencia social, con el consecuente deterioro, en general, del poder adquisitivo de la población.
La economía española ya está dando signos de recuperación sostenida por primera vez desde el estallido de la crisis global en 2008. Todo parece indicar que el ciclo negativo pasó y que la productividad se está reactivando, de forma lenta, pero progresiva.
La población española tiene acceso a servicios públicos indispensables y de calidad, como los de salud, educación y vivienda. Además, las políticas de estado siguen incluyendo numerosos programas sociales.
El territorio español cuenta con enormes extensiones de áreas fértiles que dedica a la agricultura en un 54%. Entre los principales productos agrícolas figuran los cítricos, las uvas y las aceitunas, estos dos últimos, utilizados para la producción de vino y aceite de oliva. Otro sector importante es la pesca, siendo la flota pesquera española una de las mayores del mundo.
Además, España es una de las grandes potencias turísticas por la variedad de sus paisajes, la conservación del patrimonio histórico y el carácter cordial de su gente.
Según Bloomberg Consulting, España es el segundo país del mundo con la mejor marca en el sector turístico, solo por detrás de Estados Unidos.
La misma consultora asegura que España lidera las búsquedas en Internet sobre turismo, por delante de Tailandia, Macao y México.
Los avances industriales más importantes de España se ubican en los sectores agroalimentario, automotor, industria química, construcción naval, acero, textil y calzado.
Además, España es uno de los países más ricos de Europa en producción mineral desde tiempos remotos. Actualmente su diversidad mineral permite encontrar casi todo tipo de minerales, excepto aquellos productores de energía. Sin embargo, de un total de 100 productos, sólo 17 se extraen en cantidades significativas; se trata principalmente de hierro, pirita, cobre, plomo, estaño, mercurio, cuarzo, espato fluoroso, glauberita, magnetita calcinada, sal de roca, sal marina y sales potásicas.
Indicadores económicos de España Acerca del desempleo o paro, desde el 2008 y por la crisis económica, España ha vivido los niveles más altos de desocupación de su historia contemporánea.
Entre 2012 y 2013 desaparecieron más de 800 mil puestos de trabajo. Al cierre de 2013, había en España 5.965.400 parados (26%), datos sin parangón en las series estadísticas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En 2014, el paro en España cayó en 253.627 personas, registrándose por primera vez en siete años una situación de creación de empleo.
En 2016, España se convierte en la segunda nación de la Unión Europea con mayor desempleo, después de Grecia. Sin embargo, al cierre de 2016 el país registra el mayor descenso en las cifras de paro de su historia, colocando la tasa de desempleo por debajo de 19%.
En términos de renta per cápita, España está casi a la par de las economías de Alemania y Francia.
Entre 1994 y 2008, la economía española creció en forma sostenida. Sin embargo, España se vio afectada considerablemente por la crisis financiera mundial de 2008.
A lo largo de la crisis, España entró dos veces en recesión (es decir, acumuló más de dos trimestres consecutivos de decrecimiento económico). El primer período se produjo en el tercer trimestre de 2008 y la depresión se mantuvo hasta el primer trimestre de 2010. La recuperación no llegó a consolidarse, pues la economía española volvió a mostrar tasas negativas en el segundo trimestre de 2011 y entró de nuevo en recesión en el tercer trimestre de ese año, manteniéndose hasta el cuarto trimestre de 2013, cuando el Banco de España anunció que la recesión económica española técnicamente había finalizado.
El gobierno puso en marcha una política de rescate que ha tenido un impacto directo en los ciudadanos y residentes, con medidas de austeridad como la disminución o congelación de salarios, mayores impuestos y menos programas de asistencia social, con el consecuente deterioro, en general, del poder adquisitivo de la población.
La economía española ya está dando signos de recuperación sostenida por primera vez desde el estallido de la crisis global en 2008. Todo parece indicar que el ciclo negativo pasó y que la productividad se está reactivando, de forma lenta, pero progresiva.
La población española tiene acceso a servicios públicos indispensables y de calidad, como los de salud, educación y vivienda. Además, las políticas de estado siguen incluyendo numerosos programas sociales.
El territorio español cuenta con enormes extensiones de áreas fértiles que dedica a la agricultura en un 54%. Entre los principales productos agrícolas figuran los cítricos, las uvas y las aceitunas, estos dos últimos, utilizados para la producción de vino y aceite de oliva. Otro sector importante es la pesca, siendo la flota pesquera española una de las mayores del mundo.
Además, España es una de las grandes potencias turísticas por la variedad de sus paisajes, la conservación del patrimonio histórico y el carácter cordial de su gente.
Según Bloomberg Consulting, España es el segundo país del mundo con la mejor marca en el sector turístico, solo por detrás de Estados Unidos.
La misma consultora asegura que España lidera las búsquedas en Internet sobre turismo, por delante de Tailandia, Macao y México.
Los avances industriales más importantes de España se ubican en los sectores agroalimentario, automotor, industria química, construcción naval, acero, textil y calzado.
Además, España es uno de los países más ricos de Europa en producción mineral desde tiempos remotos. Actualmente su diversidad mineral permite encontrar casi todo tipo de minerales, excepto aquellos productores de energía. Sin embargo, de un total de 100 productos, sólo 17 se extraen en cantidades significativas; se trata principalmente de hierro, pirita, cobre, plomo, estaño, mercurio, cuarzo, espato fluoroso, glauberita, magnetita calcinada, sal de roca, sal marina y sales potásicas.
Indicadores económicos de España
Acerca del desempleo o paro, desde el 2008 y por la crisis económica, España ha vivido los niveles más altos de desocupación de su historia contemporánea.
Entre 2012 y 2013 desaparecieron más de 800 mil puestos de trabajo. Al cierre de 2013, había en España 5.965.400 parados (26%), datos sin parangón en las series estadísticas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En 2014, el paro en España cayó en 253.627 personas, registrándose por primera vez en siete años una situación de creación de empleo.
En 2016, España se convierte en la segunda nación de la Unión Europea con mayor desempleo, después de Grecia. Sin embargo, al cierre de 2016 el país registra el mayor descenso en las cifras de paro de su historia, colocando la tasa de desempleo por debajo de 19%.