Respuesta: "Leyó, el señor Castillo, leyó por supuesto un discurso que no había escrito él y dijo que era muy histórico en el Perú que por primera vez un maestro en escuela rural fuese presidente… En realidad llevaba años sin dar clases, el señor Castillo era un dirigente sindical y no es tan importante que sea un maestro de escuela o no, lo importante son las ideas que lleva en la cabeza, debajo del sombrero”.
“Si es un maestro de escuela brillante, con estupendas ideas, genial, pero si es un maestro de escuela con ideas comunistas, ¿de qué me sirve que sea maestro?”
“Que sea maestro de escuela -y además no lo era hace mucho tiempo- no lo convierte en una mejor persona, como tampoco importa demasiado su condición étnica, su origen social, lo que importa es lo que tiene en la cabeza y en el espíritu, con eso va a gobernar […] Si tiene pésimas ideas y buenos sentimientos, va a ser un mal presidente y el problema es que tiene pésimas ideas, y el problema además es que lee un discurso que él no ha escrito y lo lee mal, a tropezones”, agregó.
“Un maestro entonces que no sabe hablar, que no sabe dar clases, no sabe improvisar, no se atreve, tampoco sabe leer un discurso que ni siquiera ha escrito y uno advierte a cada rato que está enemistado con el texto que lee”.
Respuesta: "Leyó, el señor Castillo, leyó por supuesto un discurso que no había escrito él y dijo que era muy histórico en el Perú que por primera vez un maestro en escuela rural fuese presidente… En realidad llevaba años sin dar clases, el señor Castillo era un dirigente sindical y no es tan importante que sea un maestro de escuela o no, lo importante son las ideas que lleva en la cabeza, debajo del sombrero”.
“Si es un maestro de escuela brillante, con estupendas ideas, genial, pero si es un maestro de escuela con ideas comunistas, ¿de qué me sirve que sea maestro?”
“Que sea maestro de escuela -y además no lo era hace mucho tiempo- no lo convierte en una mejor persona, como tampoco importa demasiado su condición étnica, su origen social, lo que importa es lo que tiene en la cabeza y en el espíritu, con eso va a gobernar […] Si tiene pésimas ideas y buenos sentimientos, va a ser un mal presidente y el problema es que tiene pésimas ideas, y el problema además es que lee un discurso que él no ha escrito y lo lee mal, a tropezones”, agregó.
“Un maestro entonces que no sabe hablar, que no sabe dar clases, no sabe improvisar, no se atreve, tampoco sabe leer un discurso que ni siquiera ha escrito y uno advierte a cada rato que está enemistado con el texto que lee”.
Explicación: Jaime Bayly.