November 2020 1 10 Report
Buscando a las ballenas mar adentro
Cada verano y por nueve años, investigadores de ballenas de la U. Austral y del Centro Ballena Azul repitieron la misma rutina: subían hasta la punta del cerro de las antenas en la localidad de Melinka (Región de Aysén) y esperaban la luz del día para captar (binoculares en mano) si las ballenas se dejaban ver en la costa. Si lograban visualizarlas, se subían a los lanchones y partían para observar de cerca su comportamiento. Este año, los investigadores cambiaron esa rutina.
El punto de partida fue Quellón, porque consiguieron embarcaciones más grandes y no hubo vistazos previos desde la altura. “No habríamos sacado nada desde el cerro”, comenta el biólogo marino de la Uach, Rodrigo Hucke-Gaete. Porque este año, las ballenas no estuvieron a la vista desde tierra firme. Si años anteriores los cetáceos llegaban a instalarse a 50 metros de la bahía de Melinka -lo que significaba cinco minutos de recorrido en lancha-, este año las embarcaciones debieron viajar más de 100 kilómetros mar adentro para encontrarlas. Unas 10 horas de recorrido.
Las ballenas azules, jorobadas y se encontraron alimento en aguas oceánicas y ahí se quedaron. Lo habitual para los investigadores era observarlas bien cerca de las costas de Melinka, Raúl Marín Balmaceda o en la Bahía Tictoc. “Ahora esa zona era como un desierto”, dice Hucke-Gaete. No es una conducta esperable: un documental de National Geographic registró que el recorrido de miles de kilómetros desde aguas tropicales a las australes de Chile de las jorobadas era muy cercano a la tierra, casi siguiendo el contorno del continente. Ahora los cetáceos se ubicaron principalmente en la boca del Guafo, la porción de mar que está entre la costa y la isla de Guafo, y en el archipiélago de los Chonos. Ese lugar marca el inicio del talud de la plataforma continental, donde el mar empieza a hacerse cada vez más profundo.
El escenario este año cambió por la masiva presencia de salpas, un miembro del zooplancton pariente de los piures pero que energéticamente no resulta interesante para los cetáceos y que fue observado principalmente en la zona de Chiloé y Corcovado. El año pasado, en la misma zona, abundaban el krill y el langostino de los canales, precisamente el alimento de las ballenas que ahora debieron buscar en otros sitios. Los investigadores estiman de forma inicial que el fenómeno de La Niña es responsable de esto. “Eso explicaría que las encontráramos en aguas más oceánicas, cerca de la isla Guafo, e incluso en la costa de la Región de los Ríos”, explica Hucke-Gaete y destaca que las ballenas tienen la capacidad de responder a estos cambios oceánicos con rapidez. “Logran sobrevivir a pesar de estos cambios que les dejan el refrigerador vacío en un momento y buscan en otros lados donde puedan encontrar el refrigerador más lleno”.
1 Del texto anterior, extrae diez (10) Oraciones simples distinguiendo Sujeto (FN), Predicado (FV) y sus elementos:

Life Enjoy

" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 KUDO.TIPS - All rights reserved.