Para empezar bien el día, necesitamos un buen desayuno. Nuestro cuerpo lo convertirá en la energía que necesitamos. Así funcionan también un coche o un ordenador, pero en su caso, su fuente de energía es algo más que unos cereales. Y algo que, además, ha evolucionado al largo de la historia.
La primera fuente de energía fue el fuego. Su descubrimiento nos permitía calentarnos, cocinar, conservar los alimentos… Y así fue muchísimos años.
Poco cambió hasta el siglo XVIII. Fue cuando el escocés James Watt creó la máquina del vapor. El invento partía del fuego, pero utilizaba su vapor para mover mecanismos. Esto permitió nuevas máquinas como la locomotora.
Explicación:
Para empezar bien el día, necesitamos un buen desayuno. Nuestro cuerpo lo convertirá en la energía que necesitamos. Así funcionan también un coche o un ordenador, pero en su caso, su fuente de energía es algo más que unos cereales. Y algo que, además, ha evolucionado al largo de la historia.
La primera fuente de energía fue el fuego. Su descubrimiento nos permitía calentarnos, cocinar, conservar los alimentos… Y así fue muchísimos años.
Poco cambió hasta el siglo XVIII. Fue cuando el escocés James Watt creó la máquina del vapor. El invento partía del fuego, pero utilizaba su vapor para mover mecanismos. Esto permitió nuevas máquinas como la locomotora.
Respuesta:
Para empezar bien el día, necesitamos un buen desayuno. Nuestro cuerpo lo convertirá en la energía que necesitamos. Así funcionan también un coche o un ordenador, pero en su caso, su fuente de energía es algo más que unos cereales. Y algo que, además, ha evolucionado al largo de la historia.
La primera fuente de energía fue el fuego. Su descubrimiento nos permitía calentarnos, cocinar, conservar los alimentos… Y así fue muchísimos años.
Poco cambió hasta el siglo XVIII. Fue cuando el escocés James Watt creó la máquina del vapor. El invento partía del fuego, pero utilizaba su vapor para mover mecanismos. Esto permitió nuevas máquinas como la locomotora.
Explicación:
Para empezar bien el día, necesitamos un buen desayuno. Nuestro cuerpo lo convertirá en la energía que necesitamos. Así funcionan también un coche o un ordenador, pero en su caso, su fuente de energía es algo más que unos cereales. Y algo que, además, ha evolucionado al largo de la historia.
La primera fuente de energía fue el fuego. Su descubrimiento nos permitía calentarnos, cocinar, conservar los alimentos… Y así fue muchísimos años.
Poco cambió hasta el siglo XVIII. Fue cuando el escocés James Watt creó la máquina del vapor. El invento partía del fuego, pero utilizaba su vapor para mover mecanismos. Esto permitió nuevas máquinas como la locomotora.