Respuesta:Mariví Martirikorena tenía 11 años cuando una monja "vendió" su cuerpo para que otra religiosa, la enfermera del colegio, lo utilizara. El horror duró un curso escolar completo, el que estuvo matriculada en las Ursulinas de Pamplona. "Mi cuerpo era su juguete, lo mismo me acariciaba o me reñía, que me hacía sentir mala y fea o no me sonreía. Era un juego de poder en el que yo era una cosa para utilizar", nos cuenta.
“Mariví, víctima de abusos: "Mi cuerpo y mi mente lo que hicieron fue cerrarse a todo y negarlo (...) Con 11 años y esa educación no tenía capacidad de verbalizar"
Respuesta:
No hay q maltratar o abusar a los menos favorecidos , porq
Respuesta:Mariví Martirikorena tenía 11 años cuando una monja "vendió" su cuerpo para que otra religiosa, la enfermera del colegio, lo utilizara. El horror duró un curso escolar completo, el que estuvo matriculada en las Ursulinas de Pamplona. "Mi cuerpo era su juguete, lo mismo me acariciaba o me reñía, que me hacía sentir mala y fea o no me sonreía. Era un juego de poder en el que yo era una cosa para utilizar", nos cuenta.
“Mariví, víctima de abusos: "Mi cuerpo y mi mente lo que hicieron fue cerrarse a todo y negarlo (...) Con 11 años y esa educación no tenía capacidad de verbalizar"