Breve explicación de en que consiste las obras de misericordia corporales
marianaregino1
San Mateo recoge la narración del Juicio Final (Mt 25,31-16): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me disteis de comer, sediento y me disteis de beber, era forastero y me hospedasteis, estuve descubierto y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, encarcelado y fuisteis a verme'. Los justos le contestarán entonces: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o descubierto y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos ver?'. Y el rey les dirá: Os aseguro que, cuando lo hicisteis con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicisteis. Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, id al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me disteis de comer, sediento y no me disteis de beber, era forastero y no me hospedasteis, estuve descubierto y no me vestisteis, enfermo y encarcelado y no me visitasteis. Entonces ellos le responderán: Señor ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o descubierto, enfermo o encarcelado y no te asistimos?' Y él les replicará: Os aseguro que, cuando no lo hicisteis con uno de aquellos más insignificante, tampoco lo hicisteis conmigo. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna.
Es como el primer mandamiento ama a Dios sobre todas las cosas y
al prójimo como a ti mismo, es respetar alos demás y respetarte a ti mismo ya q tu cuerpo es templo del Padre