(Madrid, 1661-id., 1700) Rey de España (1665-1700). Hijo de Felipe IV y de Mariana de Austria, durante toda su vida fue un ser débil y enfermizo, poco dotado tanto física como mentalmente, aunque no por ello deba considerársele retrasado en modo alguno.
Contrajo matrimonio en dos ocasiones, la primera con María Luisa de Orleans y la segunda con Mariana de Neoburgo, aunque con ninguna de ellas tuvo descendencia. Su falta de carácter y determinación lo dejaron con frecuencia a merced de las opiniones de su madre y de sus sucesivas esposas.
Era un niño de cuatro años cuando heredó el trono, por lo que ejerció la regencia su madre, Mariana de Austria, que desconocía por completo los negocios de Estado. En 1676 nombró ministro y grande de España a Fernando de Valenzuela, lo que provocó la reacción de la aristocracia y su agrupamiento en torno a la figura de Juan José de Austria, hermanastro de Carlos, que ejerció como primer ministro.
Todas las esperanzas de los españoles estaban puestas en este hombre extraordinario y ambicioso, pero la breve etapa de gobierno del bastardo (1677-1679) no justificó estas ilusiones. La paz de Nimega (1678) supuso para España la pérdida del Franco Condado y de una serie de plazas en la zona fronteriza entre Francia y los Países Bajos.
Durante el reinado de Carlos II pareció haberse llegado al punto más bajo de la decadencia, y en el exterior la monarquía se vio envuelta en cuatro guerras debido al expansionismo de Luis XIV. La falta de descendencia obsesionó en sus últimos días al rey, quien temía la desmembración del legado de sus mayores. En su último testamento, pese a las pretensiones de los Habsburgo y la aversión personal que sentía por todo lo francés, nombró heredero del trono al duque de Anjou, el futuroFelipe V.
(Madrid, 1661-id., 1700) Rey de España (1665-1700). Hijo de Felipe IV y de Mariana de Austria, durante toda su vida fue un ser débil y enfermizo, poco dotado tanto física como mentalmente, aunque no por ello deba considerársele retrasado en modo alguno.
Contrajo matrimonio en dos ocasiones, la primera con María Luisa de Orleans y la segunda con Mariana de Neoburgo, aunque con ninguna de ellas tuvo descendencia. Su falta de carácter y determinación lo dejaron con frecuencia a merced de las opiniones de su madre y de sus sucesivas esposas.
Era un niño de cuatro años cuando heredó el trono, por lo que ejerció la regencia su madre, Mariana de Austria, que desconocía por completo los negocios de Estado. En 1676 nombró ministro y grande de España a Fernando de Valenzuela, lo que provocó la reacción de la aristocracia y su agrupamiento en torno a la figura de Juan José de Austria, hermanastro de Carlos, que ejerció como primer ministro.
Todas las esperanzas de los españoles estaban puestas en este hombre extraordinario y ambicioso, pero la breve etapa de gobierno del bastardo (1677-1679) no justificó estas ilusiones. La paz de Nimega (1678) supuso para España la pérdida del Franco Condado y de una serie de plazas en la zona fronteriza entre Francia y los Países Bajos.
Durante el reinado de Carlos II pareció haberse llegado al punto más bajo de la decadencia, y en el exterior la monarquía se vio envuelta en cuatro guerras debido al expansionismo de Luis XIV. La falta de descendencia obsesionó en sus últimos días al rey, quien temía la desmembración del legado de sus mayores. En su último testamento, pese a las pretensiones de los Habsburgo y la aversión personal que sentía por todo lo francés, nombró heredero del trono al duque de Anjou, el futuroFelipe V.