Antonio Mohedano es de Talavera de la Reina y es campeón de atletismo. Todo comenzó cuando decidió correr la San Silvestre en Madrid, cuando tenía 55 años. Fue en ese momento cuando Antonio decidió competir y, tan solo en lo que va de año, ha logrado hacerse con 15 medallas, cinco de ellas en Málaga.
Este veterano corredor terminó en un tiempo de 3h:56:43, con una media de 4:44 minutos por kilómetros para la distancia. Superó el anterior récord mundial de la categoría de edad (que estaba en 4:15:55 y en manos del alemán Wilhelm Hofmann desde 1997), en más de 19 minutos.
"Ha sido la primera vez que he corrido un maratón en 3h:20 y todavía me quedaban ocho kilómetros por recorrer", dijo Dykes a Runner's World después de la carrera. "Es bueno ver que no he envejecido", bromeó. La carrera se desarrolló en un circuito cerrado de 5K en un parque donde Dykes se guardó algo para su décima y última vuelta, corriendo a un ritmo de 4:44 min/km en esos 5K. Y esto posiblemente fue gracias a que varios espectadores le reconocieron y le dieron ánimos durante toda la prueba mientras gritaban su nombre.
A Dykes le gusta correr y bastante porque regularmente completa ultramaratones, y luego se dedica a entrenar unas semanas como si fuera a correr una maratón antes de intentar batir récords. Hace cinco semanas, corrió una famosa carrera de más de 400 kilómetros que atraviesa el desierto de Arizona. Luego volvió a casa, que está Pensilvania, y su entrenador le dio una serie de entrenamientos largos, como una carrera de progresión de 12 kilómetros, empezando a un ritmo de poco más de 4:50 minutos por kilómetro y bajando a 4:40, como parte de un día de 20K.
Antonio suma miles de Kilómetros a sus pies y entre sus mayores logros se encuentran el haber corrido una prueba de 100 km, en la que se proclamó campeón del mundo, con récord incluido.
A los 70 años, y tras superar un cáncer de próstata, decidió volver a correr. Fue en ese momento cuando decidió apuntarse a la Unión Deportiva Atlética de Talavera (UDAT).
En el running se utilizan gran cantidad de accesorios, a menudo caros, que ayudan a los atletas a mejorar la precisión y sus tiempos en la carrera: calentadores, zapatillas o tobilleras. Él ha alcanzado algunas de sus mejores metas con unas zapatillas de 11 euros.
No es que presuma de ello, pero lo cuenta con toda normalidad, aunque siempre matiza que también tiene otras más caras para otro tipo de competiciones y unas bastante caras, regalo de su hija, que aún no ha estrenado.
Antonio usa también zapatillas de hasta 70 euros y ligeras, como las que calzó, con dos calcetines gruesos en cada pie para tenerlos bien sujetos, en la prueba de cross en Málaga, donde logró la plata. O en la media maratón. «Hice un tiempo de 1:38:29; fue un pinchazo gordo», se lamenta Antonio, quien aguantó por el bien del grupo y España también ganó el oro por equipos. El talaverano contribuyó con un quinto puesto, después de haber disputado los 10.000, los 5.000 y el cross (6 kilómetros), en el que logró la medalla de plata individual y fue oro por equipos.
«Para los deportistas que competimos no es suficiente ganar una carrera, si el tiempo no nos satisface», sentencia este atleta, que este año ha corrido la media maratón de Valladolid en menos de una hora y media.
Casado y padre de tres hijos, Antonio siguió la estela de su padre y ha sido agricultor y ganadero, además de vendedor de piensos: «Tuve una fábrica y cargué y descargué miles de sacos de 50 kilos para llevárselos a los clientes». Todavía ayuda a su hijo Antonio en la granja y en el campo porque le gusta trabajar en equipo. También en el atletismo: «Es mucho más gratificante dar éxitos a los demás que los que puedes tú conseguir».
Antonio pertenece al club de atletismo UDAT de Talavera de la Reina. «Trabajo en la cuadra, como se dice en el argot boxístico», aclara. Le gusta ponerse la camiseta para representarlo, aunque «no soy de los que estoy dando vueltas alrededor del club», aclara este hombre de pelo cano y ojos claros. «¿Consejos? No puedo dárselos a nadie. Soy un aprendiz. Entreno, corro, entreno y corro. Cuando participo, doy todo y, quizá, a veces un poco más».
Este fuera de serie comenzó a correr muy tarde, a los 55 años. Todavía se acuerda de la fecha. El 15 de noviembre de 1999 comenzó a entrenar para participar en la San Silvestre de Talavera de la Reina: «Solo iba a ser esa prueba. Sin embargo, las sensaciones fueron buenas y decidí continuar corriendo. ¡Para qué lo íbamos a dejar!». Y la ilusión le llevó a quemar zapatillas sobre la pista y el asfalto. Llegaron las victorias y, con 62 primaveras, se proclamó campeón de España de Maratón con 3 horas y 7 minutos. Al año siguiente bajó su marca en cinco minutos. Pero abandonó las competiciones nacionales porque su trabajo necesitaba más dedicación.
Sebastián Muñoz practica el atletismo desde los 10 años, pero ha sido en los últimos ocho cuando ha cosechado los mayores éxitos. «La constancia y la confianza hacen a los campeo-nes» es el lema que repite cuando le preguntan el secreto para mantenerse en forma tanto tiem-po. Y su trayectoria deportiva lo ha confirmado. A sus 73 años sigue entrenando a diario con el mismo entusiasmo que el primer día. «La clave es hacer lo que te gusta e intentar hacerlo siem-pre bien», nos explica con sencillez. Actual-mente, le acompaña con frecuencia en los en-trenamientos su nieto, que ya compite en las categorías infantiles. Dos generaciones unidas por una pasión: el atletismo
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Antonio Mohedano es de Talavera de la Reina y es campeón de atletismo. Todo comenzó cuando decidió correr la San Silvestre en Madrid, cuando tenía 55 años. Fue en ese momento cuando Antonio decidió competir y, tan solo en lo que va de año, ha logrado hacerse con 15 medallas, cinco de ellas en Málaga.
Este veterano corredor terminó en un tiempo de 3h:56:43, con una media de 4:44 minutos por kilómetros para la distancia. Superó el anterior récord mundial de la categoría de edad (que estaba en 4:15:55 y en manos del alemán Wilhelm Hofmann desde 1997), en más de 19 minutos.
"Ha sido la primera vez que he corrido un maratón en 3h:20 y todavía me quedaban ocho kilómetros por recorrer", dijo Dykes a Runner's World después de la carrera. "Es bueno ver que no he envejecido", bromeó. La carrera se desarrolló en un circuito cerrado de 5K en un parque donde Dykes se guardó algo para su décima y última vuelta, corriendo a un ritmo de 4:44 min/km en esos 5K. Y esto posiblemente fue gracias a que varios espectadores le reconocieron y le dieron ánimos durante toda la prueba mientras gritaban su nombre.
A Dykes le gusta correr y bastante porque regularmente completa ultramaratones, y luego se dedica a entrenar unas semanas como si fuera a correr una maratón antes de intentar batir récords. Hace cinco semanas, corrió una famosa carrera de más de 400 kilómetros que atraviesa el desierto de Arizona. Luego volvió a casa, que está Pensilvania, y su entrenador le dio una serie de entrenamientos largos, como una carrera de progresión de 12 kilómetros, empezando a un ritmo de poco más de 4:50 minutos por kilómetro y bajando a 4:40, como parte de un día de 20K.
Antonio suma miles de Kilómetros a sus pies y entre sus mayores logros se encuentran el haber corrido una prueba de 100 km, en la que se proclamó campeón del mundo, con récord incluido.
A los 70 años, y tras superar un cáncer de próstata, decidió volver a correr. Fue en ese momento cuando decidió apuntarse a la Unión Deportiva Atlética de Talavera (UDAT).
En el running se utilizan gran cantidad de accesorios, a menudo caros, que ayudan a los atletas a mejorar la precisión y sus tiempos en la carrera: calentadores, zapatillas o tobilleras. Él ha alcanzado algunas de sus mejores metas con unas zapatillas de 11 euros.
No es que presuma de ello, pero lo cuenta con toda normalidad, aunque siempre matiza que también tiene otras más caras para otro tipo de competiciones y unas bastante caras, regalo de su hija, que aún no ha estrenado.
Antonio usa también zapatillas de hasta 70 euros y ligeras, como las que calzó, con dos calcetines gruesos en cada pie para tenerlos bien sujetos, en la prueba de cross en Málaga, donde logró la plata. O en la media maratón. «Hice un tiempo de 1:38:29; fue un pinchazo gordo», se lamenta Antonio, quien aguantó por el bien del grupo y España también ganó el oro por equipos. El talaverano contribuyó con un quinto puesto, después de haber disputado los 10.000, los 5.000 y el cross (6 kilómetros), en el que logró la medalla de plata individual y fue oro por equipos.
«Para los deportistas que competimos no es suficiente ganar una carrera, si el tiempo no nos satisface», sentencia este atleta, que este año ha corrido la media maratón de Valladolid en menos de una hora y media.
Casado y padre de tres hijos, Antonio siguió la estela de su padre y ha sido agricultor y ganadero, además de vendedor de piensos: «Tuve una fábrica y cargué y descargué miles de sacos de 50 kilos para llevárselos a los clientes». Todavía ayuda a su hijo Antonio en la granja y en el campo porque le gusta trabajar en equipo. También en el atletismo: «Es mucho más gratificante dar éxitos a los demás que los que puedes tú conseguir».
Antonio pertenece al club de atletismo UDAT de Talavera de la Reina. «Trabajo en la cuadra, como se dice en el argot boxístico», aclara. Le gusta ponerse la camiseta para representarlo, aunque «no soy de los que estoy dando vueltas alrededor del club», aclara este hombre de pelo cano y ojos claros. «¿Consejos? No puedo dárselos a nadie. Soy un aprendiz. Entreno, corro, entreno y corro. Cuando participo, doy todo y, quizá, a veces un poco más».
Este fuera de serie comenzó a correr muy tarde, a los 55 años. Todavía se acuerda de la fecha. El 15 de noviembre de 1999 comenzó a entrenar para participar en la San Silvestre de Talavera de la Reina: «Solo iba a ser esa prueba. Sin embargo, las sensaciones fueron buenas y decidí continuar corriendo. ¡Para qué lo íbamos a dejar!». Y la ilusión le llevó a quemar zapatillas sobre la pista y el asfalto. Llegaron las victorias y, con 62 primaveras, se proclamó campeón de España de Maratón con 3 horas y 7 minutos. Al año siguiente bajó su marca en cinco minutos. Pero abandonó las competiciones nacionales porque su trabajo necesitaba más dedicación.
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Sebastián Muñoz practica el atletismo desde los 10 años, pero ha sido en los últimos ocho cuando ha cosechado los mayores éxitos. «La constancia y la confianza hacen a los campeo-nes» es el lema que repite cuando le preguntan el secreto para mantenerse en forma tanto tiem-po. Y su trayectoria deportiva lo ha confirmado. A sus 73 años sigue entrenando a diario con el mismo entusiasmo que el primer día. «La clave es hacer lo que te gusta e intentar hacerlo siem-pre bien», nos explica con sencillez. Actual-mente, le acompaña con frecuencia en los en-trenamientos su nieto, que ya compite en las categorías infantiles. Dos generaciones unidas por una pasión: el atletismo
Explicación:
SLAUDOS⚡FELIZ AÑO⚡
corona?