Ayudenme los nombres de 10 Dioses de Grecia y significado de cada Dios! y 10 de Roma de igual manera
¡Notificar abuso!DIOSES ROMANOS: Jano: dios de las puertas y también de los comienzos, que según los romanos aseguraba buenos finales. Su principal templo en el Foro romano tenía puertas que daban al este y al oeste, hacia el principio y el final del día, y entre ellas se situaba su estatua, con dos caras, cada una mirando en direcciones opuestas. En todos los hogares se le dirigía la plegaria matutina, y en toda tarea doméstica se buscaba su asistencia. Como dios de los comienzos, se lo invocaba públicamente el primer día de enero (januarius), el mes que derivó de su nombre porque inicia el nuevo año. Se lo invocaba también al comenzar una guerra, y mientras ésta durara, las puertas de su templo permanecían siempre abiertas; cuando Roma estaba en paz, las puertas se cerraban. Jano no tiene equivalente en la mitología griega. Vesta: diosa del hogar, venerada en un ámbito doméstico como una divinidad casera. El santuario público más importante dedicado a Vesta era su templo redondo en el Foro romano, cuyo fuego, según se decía, lo había llevado desde Troya Eneas, el legendario fundador de Roma. El santuario era símbolo de la seguridad de la ciudad y lo custodiaban permanentemente seis vírgenes vestales, sacerdotisas que conservaban encendido el fuego y que servían durante periodos de treinta años sometidas a severas reglas. A principios de junio de cada año se celebraban fiestas en honor de Vesta, llamadas Vestalia. En cuanto a su imagen, la diosa era asociada con las llamas de su fuego. Su equivalente griega era Hestia. Lares: divinidades tutelares de las encrucijadas y de las regiones campesinas; también, y más habitualmente, dioses del hogar. Se veneraba a los lares compitales en el compitum, ‘encrucijadas’ donde se reunían cuatro parcelas de una propiedad. Según algunos modernos investigadores, los lares familiares, o ‘dioses del hogar’, que se distinguían claramente de los lares compitales, habrían sido espíritus divinizados de los antepasados muertos, a quienes se veneraba como espíritus divinos en contraste con los malignos verdugos, las larvae; de acuerdo con la teoría ampliamente aceptada, los lares del hogar eran también originalmente espíritus de los campos cultivados y sólo más tarde se les atribuyeron funciones domésticas. El lar familiaris, ‘espíritu guardián del hogar’, era el centro del culto familiar, y los escritores romanos solían emplear la palabra lar con el significado de ‘hogar’. Durante el periodo de la República Romana cada hogar tenía sólo un lar familiaris, pero bajo el Imperio Romano se veneraban regularmente dos lares, que llegaron a identificarse con los penates. La religión oficial del Estado incluía el culto de los ‘lares públicos’ o lares praestites, guardianes de la ciudad, que tenían un templo y un altar en la vía Sacra, cerca del monte Palatino.
Jano: dios de las puertas y también de los comienzos, que según los romanos aseguraba buenos finales. Su principal templo en el Foro romano tenía puertas que daban al este y al oeste, hacia el principio y el final del día, y entre ellas se situaba su estatua, con dos caras, cada una mirando en direcciones opuestas. En todos los hogares se le dirigía la plegaria matutina, y en toda tarea doméstica se buscaba su asistencia. Como dios de los comienzos, se lo invocaba públicamente el primer día de enero (januarius), el mes que derivó de su nombre porque inicia el nuevo año. Se lo invocaba también al comenzar una guerra, y mientras ésta durara, las puertas de su templo permanecían siempre abiertas; cuando Roma estaba en paz, las puertas se cerraban. Jano no tiene equivalente en la mitología griega.
Vesta: diosa del hogar, venerada en un ámbito doméstico como una divinidad casera. El santuario público más importante dedicado a Vesta era su templo redondo en el Foro romano, cuyo fuego, según se decía, lo había llevado desde Troya Eneas, el legendario fundador de Roma. El santuario era símbolo de la seguridad de la ciudad y lo custodiaban permanentemente seis vírgenes vestales, sacerdotisas que conservaban encendido el fuego y que servían durante periodos de treinta años sometidas a severas reglas. A principios de junio de cada año se celebraban fiestas en honor de Vesta, llamadas Vestalia. En cuanto a su imagen, la diosa era asociada con las llamas de su fuego. Su equivalente griega era Hestia.
Lares: divinidades tutelares de las encrucijadas y de las regiones campesinas; también, y más habitualmente, dioses del hogar. Se veneraba a los lares compitales en el compitum, ‘encrucijadas’ donde se reunían cuatro parcelas de una propiedad.
Según algunos modernos investigadores, los lares familiares, o ‘dioses del hogar’, que se distinguían claramente de los lares compitales, habrían sido espíritus divinizados de los antepasados muertos, a quienes se veneraba como espíritus divinos en contraste con los malignos verdugos, las larvae; de acuerdo con la teoría ampliamente aceptada, los lares del hogar eran también originalmente espíritus de los campos cultivados y sólo más tarde se les atribuyeron funciones domésticas. El lar familiaris, ‘espíritu guardián del hogar’, era el centro del culto familiar, y los escritores romanos solían emplear la palabra lar con el significado de ‘hogar’. Durante el periodo de la República Romana cada hogar tenía sólo un lar familiaris, pero bajo el Imperio Romano se veneraban regularmente dos lares, que llegaron a identificarse con los penates. La religión oficial del Estado incluía el culto de los ‘lares públicos’ o lares praestites, guardianes de la ciudad, que tenían un templo y un altar en la vía Sacra, cerca del monte Palatino.