Durante décadas el ser humano ha explotado el planeta sin preocuparse lo más mínimo por su cuidado y protección, y desgraciadamente hoy en día no puede decirse que las medidas que se estén tomando para cuidar de los ecosistemas sean totalmente satisfactorias, ni mucho menos. Todas las personas dependen de los ecosistemas para sobrevivir, de ahí la gran importancia de mantenerlos a salvo.
Lamentablemente, el ser humano no ha dejado de transformar, destruir y fragmentar los diferentes ecosistemas, los diferentes hábitats, con las graves consecuencias que ello ha ido generando, no sólo para la naturaleza, sino para infinidad de especies animales que se han visto terriblemente afectadas por la acción de hombre.
A pesar de que no se perciba de manera notable, hay que señalar que dichos cambios en los ecosistemas no sólo afectan a la naturaleza y los animales, también es el ser humano uno de los grandes perjudicados, repercutiendo de manera directa o indirecta sobre su bienestar. La sobreexplotación de los ecosistemas ha ido degradándolos, conllevando problemas como la contaminación del agua y el aire, la disminución de la biodiversidad, al reducción del suministro de madera, entre otras muchas problemáticas.
Tal y como se reflejó en el informe ‘Evaluación de los Ecosistemas del Milenio’, llevado a cabo en el año 2005, hasta un 60% de los servicios valorados se han comenzado a degradar o bien se están utilizando de manera poco o nada sostenible.
La única solución para revertir dicho problema antes de que sea demasiado tarde es conseguir devolver a los diferentes ecosistemas su estado previo a la degradación. Aunque no se trata de una tarea sencilla, hay que señalar que el diseño de programas tanto de restauración como de protección de los ecosistemas puede convertirse en una gran ayuda.
Aunque los expertos creen que aún existe suficiente capital natural para poder abastecer a las futuras generaciones, resulta esencial frenar dicha situación y revertir todo proceso de degradación y destrucción de los ecosistemas si no se desea ver en peligro los servicios ecosistémicos. Para ello resulta indispensable introducir cambios drásticos en el estilo de vida actual que poseen las diferentes sociedades, buscando satisfacer las necesidades actuales, pero sin comprometer las necesidades que tengan generaciones futuras.
Respuesta:
Durante décadas el ser humano ha explotado el planeta sin preocuparse lo más mínimo por su cuidado y protección, y desgraciadamente hoy en día no puede decirse que las medidas que se estén tomando para cuidar de los ecosistemas sean totalmente satisfactorias, ni mucho menos. Todas las personas dependen de los ecosistemas para sobrevivir, de ahí la gran importancia de mantenerlos a salvo.
Lamentablemente, el ser humano no ha dejado de transformar, destruir y fragmentar los diferentes ecosistemas, los diferentes hábitats, con las graves consecuencias que ello ha ido generando, no sólo para la naturaleza, sino para infinidad de especies animales que se han visto terriblemente afectadas por la acción de hombre.
A pesar de que no se perciba de manera notable, hay que señalar que dichos cambios en los ecosistemas no sólo afectan a la naturaleza y los animales, también es el ser humano uno de los grandes perjudicados, repercutiendo de manera directa o indirecta sobre su bienestar. La sobreexplotación de los ecosistemas ha ido degradándolos, conllevando problemas como la contaminación del agua y el aire, la disminución de la biodiversidad, al reducción del suministro de madera, entre otras muchas problemáticas.
Tal y como se reflejó en el informe ‘Evaluación de los Ecosistemas del Milenio’, llevado a cabo en el año 2005, hasta un 60% de los servicios valorados se han comenzado a degradar o bien se están utilizando de manera poco o nada sostenible.
La única solución para revertir dicho problema antes de que sea demasiado tarde es conseguir devolver a los diferentes ecosistemas su estado previo a la degradación. Aunque no se trata de una tarea sencilla, hay que señalar que el diseño de programas tanto de restauración como de protección de los ecosistemas puede convertirse en una gran ayuda.
Aunque los expertos creen que aún existe suficiente capital natural para poder abastecer a las futuras generaciones, resulta esencial frenar dicha situación y revertir todo proceso de degradación y destrucción de los ecosistemas si no se desea ver en peligro los servicios ecosistémicos. Para ello resulta indispensable introducir cambios drásticos en el estilo de vida actual que poseen las diferentes sociedades, buscando satisfacer las necesidades actuales, pero sin comprometer las necesidades que tengan generaciones futuras.
espero que te ayude :)