Hace unos años era impensable la idea de ver a una persona al otro lado del mundo sin salir de casa. Sonaba casi irreal la capacidad de compartir canciones que no sea a través de un CD o ver imágenes de las vacaciones de sus amigos antes de que vuelvan de ellas.
Las redes sociales han cambiado el mundo aunque a muchos les pese. Ahora es casi de locos no tener una cuenta en Facebook, un perfil en Twitter o acceso a Instagram. Estas páginas se han convertido en parte de nuestro día a día haciendo que nuestras vidas no sean las mismas.
Hace unos años era impensable la idea de ver a una persona al otro lado del mundo sin salir de casa. Sonaba casi irreal la capacidad de compartir canciones que no sea a través de un CD o ver imágenes de las vacaciones de sus amigos antes de que vuelvan de ellas.
Las redes sociales han cambiado el mundo aunque a muchos les pese. Ahora es casi de locos no tener una cuenta en Facebook, un perfil en Twitter o acceso a Instagram. Estas páginas se han convertido en parte de nuestro día a día haciendo que nuestras vidas no sean las mismas.