Ciclo del hidrógeno: El agua cumple un ciclo en constante movimiento. Se desplaza de un sitio de almacenamiento a otro y cambia de estado físico.
El ciclo es una sucesión de transferencias y acumulaciones. Un río lleva agua de un lugar a otro, el mar es una acumulación de agua, la evaporación del agua de mar hacia la atmósfera es una transferencia, etcétera.
Los flujos entre almacenamientos no son regulares ni constantes en distribución espacial, ni temporal.
El agua constituye el vehículo fundamental de transporte e intercambio de nutrientes para los seres vivos. En el suelo se encuentran disueltos elementos que pueden ser absorbidos por las raíces de los vegetales. A su vez, las plantas son consumidas por organismos superiores dando lugar a la cadena alimenticia.
El tránsito o flujo de agua (en estado líquido o sólido) sobre la superficie genera cierta energía. Esto se traduce en un trabajo que modela la superficie y modifica el paisaje.
Ciclo del carbono: Es un ciclo muy versátil, ya que los átomos poseen la capacidad de realizar combinaciones con diferentes elementos biológicos. Constituyen una base primordial para las moléculas y la síntesis de aminoácidos procedentes de las proteínas. Lo mismo aplica para los ácidos grasos.
Es un proceso químico que permite el intercambio de carbono entre distintos organismos vivos. Sus reacciones ocurren en biosfera, litosfera, atmosfera e hidrosfera, convirtiendo el mineral en dióxido de carbono para los seres vivos. El proceso también ocurre a la inversa.
Es un ciclo global: el carbono está distribuido por toda la esfera terrestre.
Presenta diferentes composiciones químicas: tenemos dióxido de carbono CO2 en la atmósfera y disuelto en los océanos, en proteínas, lípidos, carbohidratos y otras moléculas orgánicas en los seres vivos y como carbonatos en las rocas.
Fluye entre reservorios o depósitos: orgánicos como la biomasa de los organismos vivos e inorgánicos, como la atmósfera y los océanos.
Presenta dos fases o subciclos: biológico y geológico.
Respuesta:
Ciclo del hidrógeno: El agua cumple un ciclo en constante movimiento. Se desplaza de un sitio de almacenamiento a otro y cambia de estado físico.
El ciclo es una sucesión de transferencias y acumulaciones. Un río lleva agua de un lugar a otro, el mar es una acumulación de agua, la evaporación del agua de mar hacia la atmósfera es una transferencia, etcétera.
Los flujos entre almacenamientos no son regulares ni constantes en distribución espacial, ni temporal.
El agua constituye el vehículo fundamental de transporte e intercambio de nutrientes para los seres vivos. En el suelo se encuentran disueltos elementos que pueden ser absorbidos por las raíces de los vegetales. A su vez, las plantas son consumidas por organismos superiores dando lugar a la cadena alimenticia.
El tránsito o flujo de agua (en estado líquido o sólido) sobre la superficie genera cierta energía. Esto se traduce en un trabajo que modela la superficie y modifica el paisaje.
Ciclo del carbono: Es un ciclo muy versátil, ya que los átomos poseen la capacidad de realizar combinaciones con diferentes elementos biológicos. Constituyen una base primordial para las moléculas y la síntesis de aminoácidos procedentes de las proteínas. Lo mismo aplica para los ácidos grasos.
Es un proceso químico que permite el intercambio de carbono entre distintos organismos vivos. Sus reacciones ocurren en biosfera, litosfera, atmosfera e hidrosfera, convirtiendo el mineral en dióxido de carbono para los seres vivos. El proceso también ocurre a la inversa.
Es un ciclo global: el carbono está distribuido por toda la esfera terrestre.
Presenta diferentes composiciones químicas: tenemos dióxido de carbono CO2 en la atmósfera y disuelto en los océanos, en proteínas, lípidos, carbohidratos y otras moléculas orgánicas en los seres vivos y como carbonatos en las rocas.
Fluye entre reservorios o depósitos: orgánicos como la biomasa de los organismos vivos e inorgánicos, como la atmósfera y los océanos.
Presenta dos fases o subciclos: biológico y geológico.
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