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Cómo evitar que los metales se corroan La corrosión es el proceso por el cual el metal se degrada en presencia de agentes oxidantes en el ambiente. La corrosión se desarrolla de muchas formas y puede tener diferentes causas. Un ejemplo típico de esto se ve en el proceso de oxidación, durante el cual se forman óxidos de hierro producto de la humedad. La corrosión es un serio problema para los constructores de barcos, aeronaves, edificios, carros y otros productos que utilizan metal. Por ejemplo, cuando el metal se utiliza como parte de un puente, la integridad estructural de dicho metal, que puede comprometerse por la corrosión, es importante para la seguridad de las personas que utilizan dicho puente. Lee el primer paso para comenzar a entender cómo proteger a los metales de la corrosión. Imagen titulada 1480035 1 1 Puedes evitar la corrosión uniforme al proteger la superficie del metal. La corrosión uniforme es un tipo de corrosión que se da, apropiadamente, de manera uniforme sobre la superficie de un metal expuesto. Además, la corrosión se da en un ritmo uniforme. Por ejemplo, si una superficie sin protección de hierro se expone con regularidad a la lluvia, toda la superficie se pondrá en contacto con la misma cantidad de agua. Por lo tanto, se corroerá en un ritmo uniforme. La manera más fácil de proteger a un metal contra la corrosión uniforme se da usualmente al poner una protección entre el metal y los agentes corrosivos.[2] Estas protecciones pueden ser una gran variedad de cosas: pintura o aceite sellador, o una solución electroquímica como una capa galvanizada de zinc. Si se trata de ambientes subterráneos o de inmersión, una buena opción es recurrir a la protección catódica. [3] Imagen titulada 1480035 1 1 Puedes evitar la corrosión uniforme al proteger la superficie del metal. La corrosión uniforme es un tipo de corrosión que se da, apropiadamente, de manera uniforme sobre la superficie de un metal expuesto. Además, la corrosión se da en un ritmo uniforme. Por ejemplo, si una superficie sin protección de hierro se expone con regularidad a la lluvia, toda la superficie se pondrá en contacto con la misma cantidad de agua. Por lo tanto, se corroerá en un ritmo uniforme. La manera más fácil de proteger a un metal contra la corrosión uniforme se da usualmente al poner una protección entre el metal y los agentes corrosivos.[2] Estas protecciones pueden ser una gran variedad de cosas: pintura o aceite sellador, o una solución electroquímica como una capa galvanizada de zinc. Si se trata de ambientes subterráneos o de inmersión, una buena opción es recurrir a la protección catódica. [3] Imagen titulada 1480035 2 2 Puedes prevenir la corrosión galvánica al evitar el flujo de iones de un metal al otro. La corrosión galvánica es una forma importante de corrosión que ocurre a pesar de la fuerza física de los metales utilizados. La corrosión galvánica ocurre cuando dos metales con diferentes potenciales de electrodos están en contacto uno con el otro en presencia de un electrolito (como el agua salada) que crea un circuito eléctrico entre ambos. Cuando esto sucede, el flujo de iones del metal va del más activo al menos activo, lo que ocasiona que el metal más activo se corroa en un ritmo más acelerado y el menos activo lo haga en un ritmo menos acelerado. En otras palabras, esto significa que la corrosión se desarrollará en el metal más activo y en el punto de contacto entre los dos metales. Cualquier método de protección que prevenga el flujo de iones entre los metales puede evitar la corrosión galvánica. Si los metales tienen una capa protectora adecuada, pueden ayudar a prevenir que los electrolitos del ambiente creen un circuito eléctrico entre los dos metales. Los procesos de protección electroquímica como la galvanización y la anodización también hacen un buen trabajo. Además, es posible impedir la corrosión galvánica al aplicar el aislamiento eléctrico de las áreas de los metales que se ponen en contacto. Adicionalmente, el uso de la protección catódica o un ánodo de sacrificio puede proteger a los metales importantes de la corrosión galvánica. Mira a continuación para obtener mayor información.
La corrosión es el proceso por el cual el metal se degrada en presencia de agentes oxidantes en el ambiente. La corrosión se desarrolla de muchas formas y puede tener diferentes causas. Un ejemplo típico de esto se ve en el proceso de oxidación, durante el cual se forman óxidos de hierro producto de la humedad. La corrosión es un serio problema para los constructores de barcos, aeronaves, edificios, carros y otros productos que utilizan metal. Por ejemplo, cuando el metal se utiliza como parte de un puente, la integridad estructural de dicho metal, que puede comprometerse por la corrosión, es importante para la seguridad de las personas que utilizan dicho puente. Lee el primer paso para comenzar a entender cómo proteger a los metales de la corrosión.
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Puedes evitar la corrosión uniforme al proteger la superficie del metal. La corrosión uniforme es un tipo de corrosión que se da, apropiadamente, de manera uniforme sobre la superficie de un metal expuesto. Además, la corrosión se da en un ritmo uniforme. Por ejemplo, si una superficie sin protección de hierro se expone con regularidad a la lluvia, toda la superficie se pondrá en contacto con la misma cantidad de agua. Por lo tanto, se corroerá en un ritmo uniforme. La manera más fácil de proteger a un metal contra la corrosión uniforme se da usualmente al poner una protección entre el metal y los agentes corrosivos.[2] Estas protecciones pueden ser una gran variedad de cosas: pintura o aceite sellador, o una solución electroquímica como una capa galvanizada de zinc.
Si se trata de ambientes subterráneos o de inmersión, una buena opción es recurrir a la protección catódica. [3]
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Puedes evitar la corrosión uniforme al proteger la superficie del metal. La corrosión uniforme es un tipo de corrosión que se da, apropiadamente, de manera uniforme sobre la superficie de un metal expuesto. Además, la corrosión se da en un ritmo uniforme. Por ejemplo, si una superficie sin protección de hierro se expone con regularidad a la lluvia, toda la superficie se pondrá en contacto con la misma cantidad de agua. Por lo tanto, se corroerá en un ritmo uniforme. La manera más fácil de proteger a un metal contra la corrosión uniforme se da usualmente al poner una protección entre el metal y los agentes corrosivos.[2] Estas protecciones pueden ser una gran variedad de cosas: pintura o aceite sellador, o una solución electroquímica como una capa galvanizada de zinc.
Si se trata de ambientes subterráneos o de inmersión, una buena opción es recurrir a la protección catódica. [3]
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Puedes prevenir la corrosión galvánica al evitar el flujo de iones de un metal al otro. La corrosión galvánica es una forma importante de corrosión que ocurre a pesar de la fuerza física de los metales utilizados. La corrosión galvánica ocurre cuando dos metales con diferentes potenciales de electrodos están en contacto uno con el otro en presencia de un electrolito (como el agua salada) que crea un circuito eléctrico entre ambos. Cuando esto sucede, el flujo de iones del metal va del más activo al menos activo, lo que ocasiona que el metal más activo se corroa en un ritmo más acelerado y el menos activo lo haga en un ritmo menos acelerado. En otras palabras, esto significa que la corrosión se desarrollará en el metal más activo y en el punto de contacto entre los dos metales.
Cualquier método de protección que prevenga el flujo de iones entre los metales puede evitar la corrosión galvánica. Si los metales tienen una capa protectora adecuada, pueden ayudar a prevenir que los electrolitos del ambiente creen un circuito eléctrico entre los dos metales. Los procesos de protección electroquímica como la galvanización y la anodización también hacen un buen trabajo. Además, es posible impedir la corrosión galvánica al aplicar el aislamiento eléctrico de las áreas de los metales que se ponen en contacto.
Adicionalmente, el uso de la protección catódica o un ánodo de sacrificio puede proteger a los metales importantes de la corrosión galvánica. Mira a continuación para obtener mayor información.