Son innumerables los términos que se vienen utilizando para denominar al conjunto de prácticas que utilizan como soporte el medio natural, sin embargo, en los últimos tiempos, dentro de lo que podríamos denominar el ámbito educativo, que cada vez está teniendo más aceptación, se esta convirtiendo en el vocablo de uso más común, el de “Actividades Físicas en el Medio Natural”.
Iniciamos el artículo que nos ocupa con esta puntualización, en torno al término que cataloga estas prácticas, para señalar que es tal la importancia que cobra el espacio físico donde tienen lugar todas estas actividades que incluso se incluye en el título de las mismas.
Defendemos que el medio natural no sólo representa el lugar material donde se puede realizar la acción sino que, en la práctica, constituye el elemento básico que otorga autentico sentido a la misma. Sobre este planteamiento, no acabamos de entender la urbanización de estas actividades; la práctica en espacios artificiales -rocódromos, canales, pistas de esquí- puede ser de utilidad para la adquisición o perfeccionamiento de determinados gestos técnicos, pero en ningún caso ofrece las sensaciones que da el medio natural; sus sonidos o silencio, sus paisajes, sus olores, su constante evolución, su majestuosidad o nuestra inferioridad, etc., todo esto nunca lo va poder ofrecer ninguna instalación artificial. Las “prácticas urbanizadas” pueden ser un complemento, pero pierden la esencia de las Actividades Físicas en el Medio Natural.
Por ello valorando, nunca en el grado que merece, la importancia que tiene el Medio Natural, entendemos que es de suma importancia analizar y conocer en que medida las Actividades Físicas en el Medio Natural inciden en el deterioro del marco que las sustenta y da sentido.
Cualquier actividad humana, por insignificante que parezca, tiene sus efectos: positivos o negativos, sobre la naturaleza. Las Actividades Físicas en el Medio Natural no son una excepción, es más, dado el auge que han adquirido en los últimos tiempos, sus efectos pueden resultar más agresivos de lo que se piensa.
Es cierto que difícilmente las consecuencias que tiene la práctica de las Actividades Físicas en el Medio Natural van a ser semejantes a las que resultan del funcionamiento de la industria o la construcción, pero no es menos cierto que resulta contradictorio el hecho de que aquellos que, supuestamente, sienten atracción por el medio natural sean quienes provoquen su deterioro. Casi podría decirse que éticamente es más reprochable el comportamiento de estos últimos.
En resumen, hemos de reconocer que las actividades que nos ocupan tienen un efecto sobre los espacios que las acogen, algunos beneficiosos, como los recursos económicos que generan y revierten en su conservación, de hecho la aparición de estas actividades ha supuesto la recuperación de zonas rurales condenadas al abandono, y otros negativos que se traducen en el deterioro ambiental y se reflejan en un detrimento de la calidad de vida. Pero, ¡cuidado!, “Dañar el medio es atentar contra nuestra salud”.
Bajo la denominación de Actividades Físicas en el Medio Natural se integran un gran número de heterogéneas actividades, indudablemente con muy distintos efectos sobre el medio ambiente natural en que se desarrollan. Pero, reconocida esta diferencia, debemos señalar que dado los diversos espacios que utilizan, resulta muy complicada la catalogación de las mismas según el grado de impacto que producen, ahora bien, si es posible expresar algunas consideraciones de carácter general.
Jackson (1986) examinó el efecto que la participación en dos tipos de actividades –appreciative activities y consumptive activities- tenía sobre el comportamiento y actitud medio ambiental de los practicantes, donde se veía que las “actividades apreciativas” –senderismo, camping, etc. son más respetuosas que las “actividades consumistas” –caza y pesca-.
También, de forma general, podemos afirmar que aquellas que utilizan energía auto generada siempre van a resultar más respetuosas con el medio que las que se valen de artefactos mecánicos motorizados.
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Son innumerables los términos que se vienen utilizando para denominar al conjunto de prácticas que utilizan como soporte el medio natural, sin embargo, en los últimos tiempos, dentro de lo que podríamos denominar el ámbito educativo, que cada vez está teniendo más aceptación, se esta convirtiendo en el vocablo de uso más común, el de “Actividades Físicas en el Medio Natural”.
Iniciamos el artículo que nos ocupa con esta puntualización, en torno al término que cataloga estas prácticas, para señalar que es tal la importancia que cobra el espacio físico donde tienen lugar todas estas actividades que incluso se incluye en el título de las mismas.
Defendemos que el medio natural no sólo representa el lugar material donde se puede realizar la acción sino que, en la práctica, constituye el elemento básico que otorga autentico sentido a la misma. Sobre este planteamiento, no acabamos de entender la urbanización de estas actividades; la práctica en espacios artificiales -rocódromos, canales, pistas de esquí- puede ser de utilidad para la adquisición o perfeccionamiento de determinados gestos técnicos, pero en ningún caso ofrece las sensaciones que da el medio natural; sus sonidos o silencio, sus paisajes, sus olores, su constante evolución, su majestuosidad o nuestra inferioridad, etc., todo esto nunca lo va poder ofrecer ninguna instalación artificial. Las “prácticas urbanizadas” pueden ser un complemento, pero pierden la esencia de las Actividades Físicas en el Medio Natural.
Por ello valorando, nunca en el grado que merece, la importancia que tiene el Medio Natural, entendemos que es de suma importancia analizar y conocer en que medida las Actividades Físicas en el Medio Natural inciden en el deterioro del marco que las sustenta y da sentido.
Cualquier actividad humana, por insignificante que parezca, tiene sus efectos: positivos o negativos, sobre la naturaleza. Las Actividades Físicas en el Medio Natural no son una excepción, es más, dado el auge que han adquirido en los últimos tiempos, sus efectos pueden resultar más agresivos de lo que se piensa.
Es cierto que difícilmente las consecuencias que tiene la práctica de las Actividades Físicas en el Medio Natural van a ser semejantes a las que resultan del funcionamiento de la industria o la construcción, pero no es menos cierto que resulta contradictorio el hecho de que aquellos que, supuestamente, sienten atracción por el medio natural sean quienes provoquen su deterioro. Casi podría decirse que éticamente es más reprochable el comportamiento de estos últimos.
En resumen, hemos de reconocer que las actividades que nos ocupan tienen un efecto sobre los espacios que las acogen, algunos beneficiosos, como los recursos económicos que generan y revierten en su conservación, de hecho la aparición de estas actividades ha supuesto la recuperación de zonas rurales condenadas al abandono, y otros negativos que se traducen en el deterioro ambiental y se reflejan en un detrimento de la calidad de vida. Pero, ¡cuidado!, “Dañar el medio es atentar contra nuestra salud”.
Bajo la denominación de Actividades Físicas en el Medio Natural se integran un gran número de heterogéneas actividades, indudablemente con muy distintos efectos sobre el medio ambiente natural en que se desarrollan. Pero, reconocida esta diferencia, debemos señalar que dado los diversos espacios que utilizan, resulta muy complicada la catalogación de las mismas según el grado de impacto que producen, ahora bien, si es posible expresar algunas consideraciones de carácter general.
Jackson (1986) examinó el efecto que la participación en dos tipos de actividades –appreciative activities y consumptive activities- tenía sobre el comportamiento y actitud medio ambiental de los practicantes, donde se veía que las “actividades apreciativas” –senderismo, camping, etc. son más respetuosas que las “actividades consumistas” –caza y pesca-.
También, de forma general, podemos afirmar que aquellas que utilizan energía auto generada siempre van a resultar más respetuosas con el medio que las que se valen de artefactos mecánicos motorizados.
Explicación:
espero que te ayude.