Que el 50% de la población adulta acapare el 98% de la riqueza del mundo, no nos resulta del todo extraño, que el 10% posea el 83%, sí nos sorprende un poco, pero que el 43 por ciento de toda la riqueza esté concentrada en manos del 1 por ciento de la población es algo difícil de aceptar y, probablemente, bastante injusto.
Que el 50% de la población adulta acapare el 98% de la riqueza del mundo, no nos resulta del todo extraño, que el 10% posea el 83%, sí nos sorprende un poco, pero que el 43 por ciento de toda la riqueza esté concentrada en manos del 1 por ciento de la población es algo difícil de aceptar y, probablemente, bastante injusto.