En los trópicos las defensas de estos están muy sintonizadas por las interacciones con los insectos que las devoran.
A diferencias de las regiones templadas las plantas en general no enfrentan tanta presión de los insectos herbívoros y las enfermedades.
la batalla más intensase libera en los trópicos. La necesidad de defenderse de los herbívoros y los patógenos dañinos puede ser la fuerza que impulsa la evolución de las plantas y la variación resultante en los genes defensivos podría conducir a la creación de especies nuevas en las comunidades de plantas tropicales.
Un ejemplo es el género Inga.
Para defenderse, las hojas de las plantas en el género Inga “producen una variedad de compuestos químicos y también tienen nectarios extra florales que producen azúcar con la cual atraen a las hormigas predadoras que funcionan como guardaespaldas contra los herbívoros”.
En los trópicos las defensas de estos están muy sintonizadas por las interacciones con los insectos que las devoran.
A diferencias de las regiones templadas las plantas en general no enfrentan tanta presión de los insectos herbívoros y las enfermedades.
la batalla más intensase libera en los trópicos. La necesidad de defenderse de los herbívoros y los patógenos dañinos puede ser la fuerza que impulsa la evolución de las plantas y la variación resultante en los genes defensivos podría conducir a la creación de especies nuevas en las comunidades de plantas tropicales.
Un ejemplo es el género Inga.
Para defenderse, las hojas de las plantas en el género Inga “producen una variedad de compuestos químicos y también tienen nectarios extra florales que producen azúcar con la cual atraen a las hormigas predadoras que funcionan como guardaespaldas contra los herbívoros”.