Respuesta: Te dejo algunas técnicas que podrian ayudar
Explicación:
PRACTICAR EJERCICIO FÍSICO
Coincido plenamente con John F. Kennedy cuando afirmaba que «la salud física no es solo una de las más importantes claves para un cuerpo saludable, sino el fundamento de la actividad intelectual creativa y dinámica». El desarrollo y el mantenimiento de un buen estado físico tiene efectos muy positivos en la prevención del estrés. Para ello es aconsejable la realización de ejercicio de manera habitual ya que, además de aumentar la resistencia física del individuo a los efectos del estrés, potencia la resistencia psicológica. De hecho, la realización de ejercicio nos obliga a desplazar la atención de los problemas psicológicos y nos permite el descanso y la recuperación de la actividad mental desarrollada anteriormente.
El ejercicio físico moviliza el organismo y mejora su funcionamiento y su capacidad física. En consecuencia, estará en condiciones más adecuadas para hacer frente al estrés, lo que aumenta la capacidad para el trabajo físico y mejora las funciones cardiovascular, respiratoria y metabólica.
En términos generales, se puede decir que, en la actualidad, la actividad profesional requiere cada vez menos respuestas de tipo físico y más de tipo intelectual. Con el ejercicio se utilizan y consumen recursos orgánicos que rara vez pueden emplearse en el desarrollo de la actividad profesional. Si no son «quemados», estos recursos pueden depositarse en el sistema vascular y originar, entre otros problemas, un aumento en el nivel de presión arterial. Es pertinente recordar ahora una frase de Edward Stanley: «Aquellos que creen que no tienen tiempo para hacer ejercicio, tarde o temprano tienen que buscar tiempo para estar enfermos».
2. DIETA ADECUADA
El desarrollo de buenos hábitos alimenticios que condicionan el estado nutricional del individuo constituye una medida aconsejable para la prevención del estrés. Las demandas energéticas que recibimos actualmente de nuestro entorno determinan la necesidad de mantener un equilibrio energético adecuado para responder a esas demandas y no desarrollar problemas carenciales.
La dieta mediterránea, que toma como base el aceite de oliva, la fruta, los cereales, el pescado y las carnes magras, es un aspecto clave de nuestra salud. Lo decía Doug Larson: «La esperanza de vida aumentaría a pasos agigantados si los vegetales olieran tan bien como el tocino».
3. DESENSIBILIZACIÓN SISTEMÁTICA
Con esta técnica se intenta controlar las reacciones de ansiedad o miedo ante situaciones que resultan amenazadoras para un individuo. Se fundamenta en la relajación progresiva de Jacobson, que consiste en adiestrar al individuo en la realización de ejercicios físicos de contracción-relajación. Esta acción le permitirá conocer el estado de tensión de cada parte de su cuerpo y tener recursos para relajar dichas zonas cuando se tensen.
4. INOCULACIÓN DE ESTRÉS
stress
Es una técnica de carácter cognitivo y comportamental. Su metodología se asemeja a la de la desensibilización sistemática. A partir del aprendizaje de técnicas de respiración y relajación para relajar la tensión en situaciones de estrés, el sujeto crea una lista en la que aparecen ordenadas las situaciones más estresantes.
5. TÉCNICAS DE RELAJACIÓN FÍSICA
Las más utilizadas son la relajación progresiva de Jacobson y el entrenamiento autógeno de Schultz. Estas técnicas intentan aprovechar la conexión directa entre el cuerpo y la mente, la existencia de una interdependencia entre la tensión psicológica y la física. Dicho de otro modo, no es posible estar relajado físicamente mientras se sufre tensión emocional. Según las teorías que inspiran estas técnicas, las personas pueden aprender a reducir sus niveles de tensión psicológica (emocional) a través de la relajación física, aun cuando persista la situación que origina la tensión.
6. TÉCNICAS DE CONTROL DE LA RESPIRACIÓN
Las situaciones de estrés provocan habitualmente una respiración rápida y superficial, lo que implica un uso reducido de la capacidad funcional de los pulmones, una peor oxigenación, un mayor gasto y un aumento de la tensión general del organismo. Las técnicas de control de la respiración facilitan al individuo el aprendizaje de una forma adecuada de respirar bien para que, en una situación de estrés, pueda controlar la respiración de manera automática.
7. TÉCNICAS DE RELAJACIÓN MENTAL Y MEDITACIÓN
La práctica de la meditación estimula cambios fisiológicos de gran valor para el organismo. Pretenden que la persona sea capaz de desarrollar sistemáticamente una serie de actividades, perceptivas y/o conductuales, que le permitan concentrar su atención en esas actividades y desconectar de la actividad mental cotidiana del individuo aquello que puede resultarle una fuente de estrés.
Respuesta: Te dejo algunas técnicas que podrian ayudar
Explicación:
PRACTICAR EJERCICIO FÍSICO
Coincido plenamente con John F. Kennedy cuando afirmaba que «la salud física no es solo una de las más importantes claves para un cuerpo saludable, sino el fundamento de la actividad intelectual creativa y dinámica». El desarrollo y el mantenimiento de un buen estado físico tiene efectos muy positivos en la prevención del estrés. Para ello es aconsejable la realización de ejercicio de manera habitual ya que, además de aumentar la resistencia física del individuo a los efectos del estrés, potencia la resistencia psicológica. De hecho, la realización de ejercicio nos obliga a desplazar la atención de los problemas psicológicos y nos permite el descanso y la recuperación de la actividad mental desarrollada anteriormente.
El ejercicio físico moviliza el organismo y mejora su funcionamiento y su capacidad física. En consecuencia, estará en condiciones más adecuadas para hacer frente al estrés, lo que aumenta la capacidad para el trabajo físico y mejora las funciones cardiovascular, respiratoria y metabólica.
En términos generales, se puede decir que, en la actualidad, la actividad profesional requiere cada vez menos respuestas de tipo físico y más de tipo intelectual. Con el ejercicio se utilizan y consumen recursos orgánicos que rara vez pueden emplearse en el desarrollo de la actividad profesional. Si no son «quemados», estos recursos pueden depositarse en el sistema vascular y originar, entre otros problemas, un aumento en el nivel de presión arterial. Es pertinente recordar ahora una frase de Edward Stanley: «Aquellos que creen que no tienen tiempo para hacer ejercicio, tarde o temprano tienen que buscar tiempo para estar enfermos».
2. DIETA ADECUADA
El desarrollo de buenos hábitos alimenticios que condicionan el estado nutricional del individuo constituye una medida aconsejable para la prevención del estrés. Las demandas energéticas que recibimos actualmente de nuestro entorno determinan la necesidad de mantener un equilibrio energético adecuado para responder a esas demandas y no desarrollar problemas carenciales.
La dieta mediterránea, que toma como base el aceite de oliva, la fruta, los cereales, el pescado y las carnes magras, es un aspecto clave de nuestra salud. Lo decía Doug Larson: «La esperanza de vida aumentaría a pasos agigantados si los vegetales olieran tan bien como el tocino».
3. DESENSIBILIZACIÓN SISTEMÁTICA
Con esta técnica se intenta controlar las reacciones de ansiedad o miedo ante situaciones que resultan amenazadoras para un individuo. Se fundamenta en la relajación progresiva de Jacobson, que consiste en adiestrar al individuo en la realización de ejercicios físicos de contracción-relajación. Esta acción le permitirá conocer el estado de tensión de cada parte de su cuerpo y tener recursos para relajar dichas zonas cuando se tensen.
4. INOCULACIÓN DE ESTRÉS
stress
Es una técnica de carácter cognitivo y comportamental. Su metodología se asemeja a la de la desensibilización sistemática. A partir del aprendizaje de técnicas de respiración y relajación para relajar la tensión en situaciones de estrés, el sujeto crea una lista en la que aparecen ordenadas las situaciones más estresantes.
5. TÉCNICAS DE RELAJACIÓN FÍSICA
Las más utilizadas son la relajación progresiva de Jacobson y el entrenamiento autógeno de Schultz. Estas técnicas intentan aprovechar la conexión directa entre el cuerpo y la mente, la existencia de una interdependencia entre la tensión psicológica y la física. Dicho de otro modo, no es posible estar relajado físicamente mientras se sufre tensión emocional. Según las teorías que inspiran estas técnicas, las personas pueden aprender a reducir sus niveles de tensión psicológica (emocional) a través de la relajación física, aun cuando persista la situación que origina la tensión.
6. TÉCNICAS DE CONTROL DE LA RESPIRACIÓN
Las situaciones de estrés provocan habitualmente una respiración rápida y superficial, lo que implica un uso reducido de la capacidad funcional de los pulmones, una peor oxigenación, un mayor gasto y un aumento de la tensión general del organismo. Las técnicas de control de la respiración facilitan al individuo el aprendizaje de una forma adecuada de respirar bien para que, en una situación de estrés, pueda controlar la respiración de manera automática.
7. TÉCNICAS DE RELAJACIÓN MENTAL Y MEDITACIÓN
La práctica de la meditación estimula cambios fisiológicos de gran valor para el organismo. Pretenden que la persona sea capaz de desarrollar sistemáticamente una serie de actividades, perceptivas y/o conductuales, que le permitan concentrar su atención en esas actividades y desconectar de la actividad mental cotidiana del individuo aquello que puede resultarle una fuente de estrés.