provoca sentimientos encontrados: Burlarse o reírse de Mirtha. Hay personas a las que les provoca tristeza verlo, porque tienen empatía con la víctima de las burlas. Hay otros que se ríen de la burla, se quedan en lo externo sin profundizar en los sentimientos. Pero, ¿Qué motiva esta conducta de burlarse de otra persona? Podemos distinguir dos tipos de burla: cuando la víctima (mirtha) es consciente o cuando la burla se hace a espaldas de ella. En ambos casos, aunque parezca mentira, hay un cierto miedo en el perpetra al burla. Por una parte, quiere imponerse por encima del burlado, manifestar que tiene poder sobre él. Si es solo de cara al burlado, sin más espectadores, suele demostrar envidia. Envidiamos alguna característica de la víctima y eso nos produce inferioridad frente a él. Tratamos de recuperar el poder y nuestra autoestima ridiculizando alguna característica de esa persona. Al verle humillado en ese aspecto, crece nuestra autoestima y descubrimos que tenemos poder sobre la víctima, somos capaces de entristecerse e incluso dominarla.
Explicación:
En otras ocasiones, cuando nos burlamos de alguien frente a testigos, incluso sin ser consciente la víctima, suele ser para ganarnos el apoyo de ese grupo. Si conseguimos que se rían de nuestra broma, aunque sea a costa de otra persona, nos sentimos reconocidos y atendidos por ese grupo, al que hemos proporcionado un rato de ocio, hemos captado su atención. Nuestra conducta se ve reforzada por esta atención de los demás y tendemos a repetirla.
Respuesta:
opino q no le tienen que decir eso porque cada uno tiene diferentes gustos
Respuesta:
provoca sentimientos encontrados: Burlarse o reírse de Mirtha. Hay personas a las que les provoca tristeza verlo, porque tienen empatía con la víctima de las burlas. Hay otros que se ríen de la burla, se quedan en lo externo sin profundizar en los sentimientos. Pero, ¿Qué motiva esta conducta de burlarse de otra persona? Podemos distinguir dos tipos de burla: cuando la víctima (mirtha) es consciente o cuando la burla se hace a espaldas de ella. En ambos casos, aunque parezca mentira, hay un cierto miedo en el perpetra al burla. Por una parte, quiere imponerse por encima del burlado, manifestar que tiene poder sobre él. Si es solo de cara al burlado, sin más espectadores, suele demostrar envidia. Envidiamos alguna característica de la víctima y eso nos produce inferioridad frente a él. Tratamos de recuperar el poder y nuestra autoestima ridiculizando alguna característica de esa persona. Al verle humillado en ese aspecto, crece nuestra autoestima y descubrimos que tenemos poder sobre la víctima, somos capaces de entristecerse e incluso dominarla.
Explicación:
En otras ocasiones, cuando nos burlamos de alguien frente a testigos, incluso sin ser consciente la víctima, suele ser para ganarnos el apoyo de ese grupo. Si conseguimos que se rían de nuestra broma, aunque sea a costa de otra persona, nos sentimos reconocidos y atendidos por ese grupo, al que hemos proporcionado un rato de ocio, hemos captado su atención. Nuestra conducta se ve reforzada por esta atención de los demás y tendemos a repetirla.