george washington, el héroe de la independencia de estados unidos
Dirigió con tesón la lucha por la emancipación de las colonias británicas de América del Norte, y al término de la guerra fue elegido presidente de un nuevo país: los Estados Unidos de América
Joaquín Oltra
03 de julio de 2017 · 10:37 Actualizado a 03 de julio de 2017 · 10:51
Lectura: 19 min
Guerra de independencia
Guerras
Guardar
Foto: Bridgeman
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George Washington, en un retrato de Charles Peale.
Washington aparece con la faja azul de comandante en jefe, junto a un cañón tomado a los británicos en la batalla de Trenton, de finales de 1776. Academia de Bellas Artes, Filadelfia.
Foto: De Agostini
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La Declaración de Independencia
En mayo de 1776, mientras Washington defendía Nueva York del asedio inglés, los representantes de las colonias en el Segundo Congreso Continental tomaron una decisión irreversible: separarse de la Gran Bretaña. Para justificarse ante sus compatriotas y ante el mundo entero decidieron publicar una proclamación solemne, cuya elaboración quedó a cargo de un comité de cinco representantes. La Declaración de Independencia, redactada en lo esencial por Thomas Jefferson y aprobada el 4 de julio de 1776, sintetizó para la posteridad los principios de la Revolución americana. Entre los hombres que se encuentran de pie en el centro de la imagen se distingue a John Adams (izquierda), Jefferson (el más alto), Benjamin Franklin (izquierda) y, sentado de espaldas con las piernas cruzadas, el presidente del Congreso, Hancock, recibiendo el borrador de la Declaración elaborado por el Comité de los Cinco.
Foto: Akg
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La Declaración de Independencia
Fue firmada por los representantes de las trece colonias de Norteamérica. Su párrafo inicial fue leído con avidez por revolucionarios de todo el mundo: "Sostenemos que las siguientes verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales: que Dios les ha dotado de algunos derechos inalienables, entre ellos la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad: que los gobiernos se han erigido para asegurar esos derechos: y que cuando algún gobierno los destruye, el pueblo tiene el derecho de alterar o abolir el gobierno e instituir uno nuevo".
Foto: Bridgeman
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La capital de la nueva nación
Al término de la guerra, las antiguas colonias americanas formaban una simple confederación, sin más instituciones comunes que el Congreso Continental. La aprobación de la Constitución federal de 1787 cambió la situación e hizo comprender la necesidad de establecer una verdadera capital nacional. Durante su primera presidencia Washington se estableció en Nueva York, y en 1790 Filadelfia fue designada capital para un periodo de diez años. La decisión sobre la capital definitiva se produjo en 1791, y fue el resultado de una negociación entre los representantes de los estados del norte y del sur: los virginianos lograron que se emplazara en su área. El punto exacto en el que surgiría la nueva capital fue elegido por Washington, y desde ese momento se sobreentendió que la nueva ciudad llevaría su nombre, aunque él siempre se refirió a ella como Federal City.
Washington, D.C. se construyó a orillas del río Potomac, en el límite entre Virginia y Maryland, ocupando un territorio autónomo denominado Distrito de Columbia. El diseño urbanístico quedó a cargo de un arquitecto francés llamado Pierre Charles L'Enfant; su plan de 1791 muestra un esquema de amplias avenidas radiales, con el capitolio como punto neurálgico. A la derecha se representa la ciudad a mediados del siglo XIX.
Foto: Bridgeman
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Medalla conmemorativa de la guerra de Independencia americana
El lema "Rebelarse contra los tiranos es obedecer a Dios" fue propuesto por Franklin en 1776.
Foto: Bridgeman
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Cosiendo un símbolo
Betsy Ross cose la primera bandera de EE.UU ante George Washington, óleo por J. L. Ferris, siglo XIX.
Foto: Album
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George Washington
Busto en mármol por Jean-Antoine Houdon, National Gallery, Washington, D.C.
george washington, el héroe de la independencia de estados unidos
Dirigió con tesón la lucha por la emancipación de las colonias británicas de América del Norte, y al término de la guerra fue elegido presidente de un nuevo país: los Estados Unidos de América
Joaquín Oltra
03 de julio de 2017 · 10:37 Actualizado a 03 de julio de 2017 · 10:51
Lectura: 19 min
Guerra de independencia
Guerras
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Foto: Bridgeman
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George Washington, en un retrato de Charles Peale.
Washington aparece con la faja azul de comandante en jefe, junto a un cañón tomado a los británicos en la batalla de Trenton, de finales de 1776. Academia de Bellas Artes, Filadelfia.
Foto: De Agostini
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La Declaración de Independencia
En mayo de 1776, mientras Washington defendía Nueva York del asedio inglés, los representantes de las colonias en el Segundo Congreso Continental tomaron una decisión irreversible: separarse de la Gran Bretaña. Para justificarse ante sus compatriotas y ante el mundo entero decidieron publicar una proclamación solemne, cuya elaboración quedó a cargo de un comité de cinco representantes. La Declaración de Independencia, redactada en lo esencial por Thomas Jefferson y aprobada el 4 de julio de 1776, sintetizó para la posteridad los principios de la Revolución americana. Entre los hombres que se encuentran de pie en el centro de la imagen se distingue a John Adams (izquierda), Jefferson (el más alto), Benjamin Franklin (izquierda) y, sentado de espaldas con las piernas cruzadas, el presidente del Congreso, Hancock, recibiendo el borrador de la Declaración elaborado por el Comité de los Cinco.
Foto: Akg
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La Declaración de Independencia
Fue firmada por los representantes de las trece colonias de Norteamérica. Su párrafo inicial fue leído con avidez por revolucionarios de todo el mundo: "Sostenemos que las siguientes verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales: que Dios les ha dotado de algunos derechos inalienables, entre ellos la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad: que los gobiernos se han erigido para asegurar esos derechos: y que cuando algún gobierno los destruye, el pueblo tiene el derecho de alterar o abolir el gobierno e instituir uno nuevo".
Foto: Bridgeman
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La capital de la nueva nación
Al término de la guerra, las antiguas colonias americanas formaban una simple confederación, sin más instituciones comunes que el Congreso Continental. La aprobación de la Constitución federal de 1787 cambió la situación e hizo comprender la necesidad de establecer una verdadera capital nacional. Durante su primera presidencia Washington se estableció en Nueva York, y en 1790 Filadelfia fue designada capital para un periodo de diez años. La decisión sobre la capital definitiva se produjo en 1791, y fue el resultado de una negociación entre los representantes de los estados del norte y del sur: los virginianos lograron que se emplazara en su área. El punto exacto en el que surgiría la nueva capital fue elegido por Washington, y desde ese momento se sobreentendió que la nueva ciudad llevaría su nombre, aunque él siempre se refirió a ella como Federal City.
Washington, D.C. se construyó a orillas del río Potomac, en el límite entre Virginia y Maryland, ocupando un territorio autónomo denominado Distrito de Columbia. El diseño urbanístico quedó a cargo de un arquitecto francés llamado Pierre Charles L'Enfant; su plan de 1791 muestra un esquema de amplias avenidas radiales, con el capitolio como punto neurálgico. A la derecha se representa la ciudad a mediados del siglo XIX.
Foto: Bridgeman
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Medalla conmemorativa de la guerra de Independencia americana
El lema "Rebelarse contra los tiranos es obedecer a Dios" fue propuesto por Franklin en 1776.
Foto: Bridgeman
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Cosiendo un símbolo
Betsy Ross cose la primera bandera de EE.UU ante George Washington, óleo por J. L. Ferris, siglo XIX.
Foto: Album
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George Washington
Busto en mármol por Jean-Antoine Houdon, National Gallery, Washington, D.C.