MaRiAJ0SEp
En los versículos previos a esta declaración, Jesús pregunta a sus discípulos “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Mateo 16:15, RVR) a lo que Pedro responde: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” (v. 16) En el siguiente verso, Jesús bendice a Pedro por esta declaración y en el versículo 18 tenemos la declaración que vamos a analizar brevemente en este texto: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta Roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”
Su historia se narra en el libro del Génesis, desde el versículo 26 del capítulo 1 hasta el versículo 2 del capítulo 5 (Génesis 1:27-5:2), la primera parte, hasta el versículo 5 del capítulo 5 (Génesis 1:26-5:5), trata de Adán y cuenta cómo este fue creado del polvo mediante la alfarería a imagen y semejanza del creador, dándole vida Dios mediante un soplo; el cual le provee al Espíritu Santo, que pasa a morar en él.
Dios puso a Adán y Eva, y para probar su fidelidad y obediencia les dio el mandato de comer de todos los frutos del árbol del huerto, excepto uno, llamado árbol de la ciencia del bien y del mal (mas no les prohibió comer del árbol de la vida) indicándole a Adán y Eva que si comían los frutos de él, iban a morir (Génesis 2:16-17). La serpiente (Satanás) se aprovechó de esta única regla, y así tentó y engañó a Eva; la cual comió del fruto prohibido.
Su historia se narra en el libro del Génesis, desde el versículo 26 del capítulo 1 hasta el versículo 2 del capítulo 5 (Génesis 1:27-5:2), la primera parte, hasta el versículo 5 del capítulo 5 (Génesis 1:26-5:5), trata de Adán y cuenta cómo este fue creado del polvo mediante la alfarería a imagen y semejanza del creador, dándole vida Dios mediante un soplo; el cual le provee al Espíritu Santo, que pasa a morar en él.
Dios puso a Adán y Eva, y para probar su fidelidad y obediencia les dio el mandato de comer de todos los frutos del árbol del huerto, excepto uno, llamado árbol de la ciencia del bien y del mal (mas no les prohibió comer del árbol de la vida) indicándole a Adán y Eva que si comían los frutos de él, iban a morir (Génesis 2:16-17). La serpiente (Satanás) se aprovechó de esta única regla, y así tentó y engañó a Eva; la cual comió del fruto prohibido.