Las personas no son iguales, sino equivalentes. Tienen los mismos derechos y son iguales ante la ley. Estos derechos humanos son un importante punto de partida para toda sociedad democrática.
si por que todos jugamos sin peleas ni discusiones
me sentiría mal porque no es reconocido como el de los demás
Invertir en cooperación y desarrollo
La puesta en marcha de proyectos de cooperación y desarrollo es una buena vía para la reducción de la desigualdad. Los países más desarrollados deben implicarse de lleno en el diseño de iniciativas de este tipo, ya sea destinando más recursos o abriendo nuevos canales para las donaciones y contribuciones. Estas ayudas deben ir destinadas a los países con mayores necesidades sociales.
Garantizar la protección de los civiles en emergencias humanitarias
Las guerras son causa directa de las migraciones forzosas en el mundo. Los países desarrollados pueden mitigar los efectos de estas situaciones atendiendo y brindando acogida a las personas refugiadas o desplazas internas. Por ejemplo, actualmente en Europa se implementan medidas de reubicación para millones de refugiados, casi todos de origen sirio, que llegan día a día a las costas del Mediterráneo.
Creación de sistemas fiscales justos
Un sistema fiscal justo es aquel en el que cada persona aporta en función de los bienes y la riqueza que posee. Todos los países deben aprobar leyes orientadas en ese sentido. Entre otras cosas, porque la evasión fiscal impide que los gobiernos y las instituciones destinen recursos públicos a las áreas que más lo requieren, y contribuyen a la fuga de capital a paraísos fiscales o terceros países. Del mismo modo, es necesario promover prácticas contra la corrupción y la falta de transparencia.
Mejorar el acceso a recursos públicos básico.
La desigualdad no es solo económica. También tiene que ver con el acceso a servicios básicos en las sociedades. La apropiación de recursos naturales por parte de potencias en otros países, así como la privatización de muchos de ellos, impide que millones de personas puedan llevar una vida digna. Los gobiernos deben promover el acceso a los recursos básicos y garantizar su calidad.
Contribuir al cuidado del medio ambiente
Casi el 60% de las migraciones actuales tienen causas medioambientales, sobre todo las que se producen del campo a las ciudades. Fomentar las prácticas sostenibles no solo contribuye a preservar el medio ambiente, sino que también ayuda a que millones de personas en el mundo permanezcan en sus sitios de residencia y no los abandonen en busca de nuevas formas de subsistencia.
Reducir las brechas salariales
Los países más desiguales del mundo suelen ser los que presentan mayores brechas de salarios entre los trabajadores y los altos cargos o empresarios. Esta brecha es una de las fuentes directas de pobreza y marginación social. También se debe trabajar en la reducción de la distancia salarial entre mujeres y hombres.
Como ves, combatir la desigualdad no es una tarea sencilla, pero tampoco imposible. Con la concienciación de todos y todas, y la colaboración en la medida de las posibilidades de cada uno, los resultados pueden ser increíbles. ¡Apuesta por un mundo más justo, equitativo y sostenible, y empieza a notar el cambio!
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hola que tal
La puesta en marcha de proyectos de cooperación y desarrollo es una buena vía para la reducción de la desigualdad. Los países más desarrollados deben implicarse de lleno en el diseño de iniciativas de este tipo, ya sea destinando más recursos o abriendo nuevos canales para las donaciones y contribuciones. Estas ayudas deben ir destinadas a los países con mayores necesidades sociales.
Garantizar la protección de los civiles en emergencias humanitarias
Las guerras son causa directa de las migraciones forzosas en el mundo. Los países desarrollados pueden mitigar los efectos de estas situaciones atendiendo y brindando acogida a las personas refugiadas o desplazas internas. Por ejemplo, actualmente en Europa se implementan medidas de reubicación para millones de refugiados, casi todos de origen sirio, que llegan día a día a las costas del Mediterráneo.
Creación de sistemas fiscales justos
Un sistema fiscal justo es aquel en el que cada persona aporta en función de los bienes y la riqueza que posee. Todos los países deben aprobar leyes orientadas en ese sentido. Entre otras cosas, porque la evasión fiscal impide que los gobiernos y las instituciones destinen recursos públicos a las áreas que más lo requieren, y contribuyen a la fuga de capital a paraísos fiscales o terceros países. Del mismo modo, es necesario promover prácticas contra la corrupción y la falta de transparencia.
Mejorar el acceso a recursos públicos básico.
La desigualdad no es solo económica. También tiene que ver con el acceso a servicios básicos en las sociedades. La apropiación de recursos naturales por parte de potencias en otros países, así como la privatización de muchos de ellos, impide que millones de personas puedan llevar una vida digna. Los gobiernos deben promover el acceso a los recursos básicos y garantizar su calidad.
Contribuir al cuidado del medio ambiente
Reducir las brechas salariales
Los países más desiguales del mundo suelen ser los que presentan mayores brechas de salarios entre los trabajadores y los altos cargos o empresarios. Esta brecha es una de las fuentes directas de pobreza y marginación social. También se debe trabajar en la reducción de la distancia salarial entre mujeres y hombres.
Como ves, combatir la desigualdad no es una tarea sencilla, pero tampoco imposible. Con la concienciación de todos y todas, y la colaboración en la medida de las posibilidades de cada uno, los resultados pueden ser increíbles. ¡Apuesta por un mundo más justo, equitativo y sostenible, y empieza a notar el cambio!