Históricamente, Karl Marx teorizó sobre la Economía (en la famosa obra El Capital) y abogó la idea de que el progreso de la sociedad se da esencialmente por medio de la lucha de clases y que siempre está la figura de quien domina y de quien es dominado en ese contexto.
Explicación:
El cristianismo y el marxismo son dos cosas opuestas, y es imposibles de conciliarlas. Las diferencias comienzan por la creación: la Biblia muestra que Dios es el Creador del hombre, mientras que, para Marx, fue el hombre quien construyó la idea de Dios. Para Dios, el ser humano es la niña de sus ojos, la luz del mundo y la sal de la tierra, reparador de brechas y restaurador de veredas, linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, testigos del Señor, mientras que para Marx, el hombre es el autor de la revolución contra el capitalismo.
De acuerdo con la Palabra de Dios, los pensamientos generan acciones, lo que es perfecto y opuesto a lo que Marx afirma. El mandamiento de Dios es que amemos a nuestros enemigos; el de Marx es destruirlos. Dios dice que todos los males fueron causados por el pecado; Marx dice que lo que causa el mal son las estructuras injustas de la sociedad. Dios explica las acciones humanas de acuerdo con la obediencia de los hombres a su Palabra; Marx explica las acciones por el dinero y el poder.
El interés de los dos es completamente opuesto: el cristianismo tiene interés por la salvación del ser humano de la condición del pecado, predica el Evangelio, anuncia el regreso de Jesús, llama la atención hacia Dios como la persona más importante de nuestra vida, desea vivir en la Ciudad Santa con Cristo y los salvos y basa su vida en la Palabra de Dios. El marxismo tiene interés por el poder, en sacárselo de las manos de la burguesía y dárselo al proletariado; su mayor deseo es una sociedad sin clases en
Respuesta:
Históricamente, Karl Marx teorizó sobre la Economía (en la famosa obra El Capital) y abogó la idea de que el progreso de la sociedad se da esencialmente por medio de la lucha de clases y que siempre está la figura de quien domina y de quien es dominado en ese contexto.
Explicación:
El cristianismo y el marxismo son dos cosas opuestas, y es imposibles de conciliarlas. Las diferencias comienzan por la creación: la Biblia muestra que Dios es el Creador del hombre, mientras que, para Marx, fue el hombre quien construyó la idea de Dios. Para Dios, el ser humano es la niña de sus ojos, la luz del mundo y la sal de la tierra, reparador de brechas y restaurador de veredas, linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, testigos del Señor, mientras que para Marx, el hombre es el autor de la revolución contra el capitalismo.
De acuerdo con la Palabra de Dios, los pensamientos generan acciones, lo que es perfecto y opuesto a lo que Marx afirma. El mandamiento de Dios es que amemos a nuestros enemigos; el de Marx es destruirlos. Dios dice que todos los males fueron causados por el pecado; Marx dice que lo que causa el mal son las estructuras injustas de la sociedad. Dios explica las acciones humanas de acuerdo con la obediencia de los hombres a su Palabra; Marx explica las acciones por el dinero y el poder.
El interés de los dos es completamente opuesto: el cristianismo tiene interés por la salvación del ser humano de la condición del pecado, predica el Evangelio, anuncia el regreso de Jesús, llama la atención hacia Dios como la persona más importante de nuestra vida, desea vivir en la Ciudad Santa con Cristo y los salvos y basa su vida en la Palabra de Dios. El marxismo tiene interés por el poder, en sacárselo de las manos de la burguesía y dárselo al proletariado; su mayor deseo es una sociedad sin clases en
este mundo y basa su vida en la voluntad.