Fue un movimiento intelectual que planteó una revolución de las ideas que se tenían respecto a conceptos como la libertad, ciencia y política cuya cuna fue Francia e Inglaterra y que se expandió por el resto de Europa entre los siglos XVII y XVIII. Estas ideas llegaron de manera tardía a territorio novohispano y costó que se asentaran.
PROPAGACIÓN DE LAS IDEAS
Las ideas ilustradas en América fueron transmitidas principalmente por los jesuitas quienes se encargaron de difundirlas entre los criollos mediante su labor educativa. Sin embargo, las obras de los autores ilustrados difícilmente ingresaban a Nueva España y estaba prohibida su lectura debido a que se temía a la influencia que podían generar en los novohispanos.
Muchos de los libros fueron quemados o destruidos, no obstante, algunos eran introducidos como contrabando y eran leídos en reuniones sociales de criollos donde las obras eran debatidas. Estos círculos literarios pronto adquirieron un carácter político que influyó el ideario político de la época, sobretodo de criollos quienes experimentaban una situación de inequidad respecto de sus pares peninsulares.
En Nueva España surgieron también autores inspirados por estas ideas que se transformaron en referentes para las ideas independentistas como Francisco Javier Clavijero o Fray Servando Teresa de Mier, entre otros. En el siglo XVIII floreció una generación de intelectuales por los cuales se denomina a este periodo como Primera Ilustración Mexicana.
LA RELEVANCIA DE LAS CORTES DE CÁDIZ
Las Cortés de Cádiz se constituyeron como una asamblea constituyente en San Fernando, el 24 de septiembre de 1810, como respuesta al vacío de poder que dejó la detención del rey Fernando VII puesto que no se reconoció la autoridad de José Bonaparte, quién fue impuesto por Napoleón Bonaparte como regente de España.
Esta instancia inicialmente fue un grupo de diputados representantes de distintas provincias que se reunieron para defender los intereses del reinado. Los participantes de las cortes se agruparon según tendencias de pensamiento y compartían ideas respecto a la construcción de estado, soberanía, constitución política, etc. Se consolidaron tres posiciones predominantes:
Liberales: Buscaban transformar el aparato estatal rompiendo las bases del antiguo régimen, creían que la soberanía de la nación eran intrínseca no sólo debido a la ausencia del rey, así también creían que los ciudadanos debían ser iguales ante la ley y entre ellos mismos, que debía existir una división de los poderes del estado (monarca, tribunales y cortes), la una existencia de una carta fundamental que estableciera derechos y deberes de los ciudadanos. Para ellos, las cortes debían inspirar y representar la soberanía de la nación y ser el centro político.Realistas: Creían que la soberanía era algo compartido entre la nación y el rey, en tanto que la nación era la suma de los estamentos y diferentes provincias que la conformaban. Proponían restablecer los conceptos del Antiguo Régimen, de carácter absolutista y criticaban a los ideales ilustrados a pesar de que creían en la separación de los poderes del estado pero siguiendo el modelo británico, donde el poder de las cortes y del rey estuvieran equilibrados para fiscalizarse mutuamente.Americanos: Apoyaron y coincidieron con lo propuesto por los liberales españoles impregnándose de las ideas ilustradas, asimismo agregaron nuevas ideas respecto de la situación desigual en la que se encontraban por el hecho de ser oriundos de América. La igualdad ante la ley y su derecho a la ciudadanía era uno de sus principales exigencias.
En el desarrollo de la discusión en las Cortes de Cádiz los diputados americanos lograron imponer su ideario y pronto abrieron el debate hacia temas como las leyes de elecciones para ayuntamientos y diputaciones provinciales, libertad de imprenta, separación del poder militar del judicial, respecto a los derechos individuales, etc. Lo anterior influyó el movimiento de independencia que mantuvo esta línea ideológica.
Fue un movimiento intelectual que planteó una revolución de las ideas que se tenían respecto a conceptos como la libertad, ciencia y política cuya cuna fue Francia e Inglaterra y que se expandió por el resto de Europa entre los siglos XVII y XVIII. Estas ideas llegaron de manera tardía a territorio novohispano y costó que se asentaran.
PROPAGACIÓN DE LAS IDEASLas ideas ilustradas en América fueron transmitidas principalmente por los jesuitas quienes se encargaron de difundirlas entre los criollos mediante su labor educativa. Sin embargo, las obras de los autores ilustrados difícilmente ingresaban a Nueva España y estaba prohibida su lectura debido a que se temía a la influencia que podían generar en los novohispanos.
Muchos de los libros fueron quemados o destruidos, no obstante, algunos eran introducidos como contrabando y eran leídos en reuniones sociales de criollos donde las obras eran debatidas. Estos círculos literarios pronto adquirieron un carácter político que influyó el ideario político de la época, sobretodo de criollos quienes experimentaban una situación de inequidad respecto de sus pares peninsulares.
En Nueva España surgieron también autores inspirados por estas ideas que se transformaron en referentes para las ideas independentistas como Francisco Javier Clavijero o Fray Servando Teresa de Mier, entre otros. En el siglo XVIII floreció una generación de intelectuales por los cuales se denomina a este periodo como Primera Ilustración Mexicana.
LA RELEVANCIA DE LAS CORTES DE CÁDIZLas Cortés de Cádiz se constituyeron como una asamblea constituyente en San Fernando, el 24 de septiembre de 1810, como respuesta al vacío de poder que dejó la detención del rey Fernando VII puesto que no se reconoció la autoridad de José Bonaparte, quién fue impuesto por Napoleón Bonaparte como regente de España.
Esta instancia inicialmente fue un grupo de diputados representantes de distintas provincias que se reunieron para defender los intereses del reinado. Los participantes de las cortes se agruparon según tendencias de pensamiento y compartían ideas respecto a la construcción de estado, soberanía, constitución política, etc. Se consolidaron tres posiciones predominantes:
Liberales: Buscaban transformar el aparato estatal rompiendo las bases del antiguo régimen, creían que la soberanía de la nación eran intrínseca no sólo debido a la ausencia del rey, así también creían que los ciudadanos debían ser iguales ante la ley y entre ellos mismos, que debía existir una división de los poderes del estado (monarca, tribunales y cortes), la una existencia de una carta fundamental que estableciera derechos y deberes de los ciudadanos. Para ellos, las cortes debían inspirar y representar la soberanía de la nación y ser el centro político.Realistas: Creían que la soberanía era algo compartido entre la nación y el rey, en tanto que la nación era la suma de los estamentos y diferentes provincias que la conformaban. Proponían restablecer los conceptos del Antiguo Régimen, de carácter absolutista y criticaban a los ideales ilustrados a pesar de que creían en la separación de los poderes del estado pero siguiendo el modelo británico, donde el poder de las cortes y del rey estuvieran equilibrados para fiscalizarse mutuamente.Americanos: Apoyaron y coincidieron con lo propuesto por los liberales españoles impregnándose de las ideas ilustradas, asimismo agregaron nuevas ideas respecto de la situación desigual en la que se encontraban por el hecho de ser oriundos de América. La igualdad ante la ley y su derecho a la ciudadanía era uno de sus principales exigencias.En el desarrollo de la discusión en las Cortes de Cádiz los diputados americanos lograron imponer su ideario y pronto abrieron el debate hacia temas como las leyes de elecciones para ayuntamientos y diputaciones provinciales, libertad de imprenta, separación del poder militar del judicial, respecto a los derechos individuales, etc. Lo anterior influyó el movimiento de independencia que mantuvo esta línea ideológica.