En muchas situaciones cotidianas la palabra peso continúa siendo usada pensando en otra cosa, en la masa que tiene un objeto. Cuando una persona dice que pesa 78 kilos, está hablando incorrectamente pues el kilogramo no es una unidad de peso sino de masa, aunque todo el mundo entiende el lenguaje cotidiano con sus imprecisiones. De hecho, si esa misma persona dijera que su peso es de 764 newtons muchos de nosotros pensaríamos que anda mal de la cabeza.
Por tanto, mientras que la masa es la magnitud que cuantifica la cantidad de materia que un cuerpo contiene, el peso es la medida de la fuerza gravitatoria actuando sobre un objeto. A fin de cuentas, una masa cualquiera es una cierta cantidad de átomos, muchísimos átomos con toda seguridad. A modo de curiosidad, una persona de 70 kg de masa tendría, aproximadamente, unos 3’41 x 1028 protones; más o menos la misma cantidad de electrones y unos 7’76 x 1027 neutrones, eso hace una cantidad de más de 75.960 cuatrillones de partículas. Así pues, en definitiva, somos una cantidad ingente de partículas unidas por diferentes fuerzas de atracción.
La unidad de masa, en el Sistema Internacional de Unidades, es el kilogramo (kg), que como hemos señalado, no debe confundirse con el peso, que es una fuerza. La unidad de peso, como fuerza que es, en el Sistema Internacional de Unidades es el Newton (N) (en unidades fundamentales viene dado en kg·m/s²).
Esta fuerza se obtiene de la aplicación de la Ley de la Gravitación de Newton, que ya hemos citado en otras entradas, y que nos permite calcular la magnitud de la fuerza gravitatoria (F) que cada cuerpo ejerce sobre el otro. Donde:
G = Constante Gravitacional m1 = masa del cuerpo 1 m2 = masa del cuerpo 2 r = distancia que separa a los dos cuerpos
Así pues, el peso de un cuerpo viene dado por la fórmula P = m·g, siendo g la aceleración proporcionada por la fuerza de la gravedad que actúa, y que puede obtenerse de la fórmula anterior, sin más que eliminando la masa propia, y manteniendo únicamente la que crea la atracción. El peso de un cuerpo dependerá, pues, de la fuerza de la gravedad que actúa, por unidad de masa, en el punto donde esté situado este cuerpo, por lo que si podemos calcular esta fuerza sabemos lo que pesa.
Realmente, dado que la intensidad de la fuerza gravitatoria varía según la posición de ese cuerpo, el peso dependerá de la ubicación del mismo, y por tanto no pesará lo mismo en un sitio que en otro. Por ejemplo en puntos distintos de la Tierra o, con mayor diferencia, no pesará lo mismo en la Luna que en la Tierra.
En muchas situaciones cotidianas la palabra peso continúa siendo usada pensando en otra cosa, en la masa que tiene un objeto. Cuando una persona dice que pesa 78 kilos, está hablando incorrectamente pues el kilogramo no es una unidad de peso sino de masa, aunque todo el mundo entiende el lenguaje cotidiano con sus imprecisiones. De hecho, si esa misma persona dijera que su peso es de 764 newtons muchos de nosotros pensaríamos que anda mal de la cabeza.
Por tanto, mientras que la masa es la magnitud que cuantifica la cantidad de materia que un cuerpo contiene, el peso es la medida de la fuerza gravitatoria actuando sobre un objeto. A fin de cuentas, una masa cualquiera es una cierta cantidad de átomos, muchísimos átomos con toda seguridad. A modo de curiosidad, una persona de 70 kg de masa tendría, aproximadamente, unos 3’41 x 1028 protones; más o menos la misma cantidad de electrones y unos 7’76 x 1027 neutrones, eso hace una cantidad de más de 75.960 cuatrillones de partículas. Así pues, en definitiva, somos una cantidad ingente de partículas unidas por diferentes fuerzas de atracción.
La unidad de masa, en el Sistema Internacional de Unidades, es el kilogramo (kg), que como hemos señalado, no debe confundirse con el peso, que es una fuerza. La unidad de peso, como fuerza que es, en el Sistema Internacional de Unidades es el Newton (N) (en unidades fundamentales viene dado en kg·m/s²).
Esta fuerza se obtiene de la aplicación de la Ley de la Gravitación de Newton, que ya hemos citado en otras entradas, y que nos permite calcular la magnitud de la fuerza gravitatoria (F) que cada cuerpo ejerce sobre el otro. Donde:
G = Constante Gravitacional
m1 = masa del cuerpo 1
m2 = masa del cuerpo 2
r = distancia que separa a los dos cuerpos
Así pues, el peso de un cuerpo viene dado por la fórmula P = m·g, siendo g la aceleración proporcionada por la fuerza de la gravedad que actúa, y que puede obtenerse de la fórmula anterior, sin más que eliminando la masa propia, y manteniendo únicamente la que crea la atracción. El peso de un cuerpo dependerá, pues, de la fuerza de la gravedad que actúa, por unidad de masa, en el punto donde esté situado este cuerpo, por lo que si podemos calcular esta fuerza sabemos lo que pesa.
Realmente, dado que la intensidad de la fuerza gravitatoria varía según la posición de ese cuerpo, el peso dependerá de la ubicación del mismo, y por tanto no pesará lo mismo en un sitio que en otro. Por ejemplo en puntos distintos de la Tierra o, con mayor diferencia, no pesará lo mismo en la Luna que en la Tierra.