FLORECIT4
Desde que el hombre apareció en la faz de la tierra se convirtió en un ser curioso y probablemente juguetón. La pregunta surge sola: ¿cuál habrá sido el primer juguete de los niños de esa época de la historia de la humanidad? Si, como se podría pensar, vivían en cavernas, lo único que podían tener a la mano serían unos cuantos guijarros, que vendrían a ser las primeras canicas; algunos huesos restos de antiguas comidas y algunas ramas. Esto, por cierto, no es sino una presunción pero bien vale la pena hacer el ejercicio de imaginar esa escena. ¿Esto, de por sí, es también un juego, o no?
Como se habrá podido apreciar es prácticamente imposible determinar el origen de los juguetes, pero se sabe que ya en el antiguo imperio romano los niños se divertían con muñecas de marfil, en el Egipto de los faraones tenían también pequeñas estatuillas y animalitos, y en el Perú pre-inca existían muñecas de trapo.
En sus primeros pasos, el juguete era artesanal e incluso en ocasiones eran los propios niños quienes los fabricaban, generalmente buscando imitar objetos de la vida real. La revolución industrial dio un vuelco en la fabricación de estos artefactos de diversión y la evolución de la tecnología permitió crear objetos cada vez más parecidos a los reales para la distracción de los niños. Fue a partir de entonces que la diversión de los niños comenzó a ser mediada por el mercado.
En la segunda mitad del siglo XX, el desarrollo de la tecnología electrónica permitió la invención de artefactos cada vez más sofisticados como coches de batería para niños y a control remoto y las muñecas parlantes. De esta época es también el desarrollo de los populares videojuegos que tanto han evolucionado, haciéndose cada vez más reales y emocionantes.
Sin embargo, el adelanto ha traído consigo una serie de desventajas. Los niños de la primera mitad del Siglo XX, que ya accedían a la televisión podían “jugar al doctor” con sus respectivos juguetes porque veían al de la pantalla chica; “a los vaqueros e indios” con caballito de palo, sombrero y pistolas y penacho de plumas; “a la guerrita” con soldaditos y con dinosaurios cuando la versión japonesa de Godzilla llegó a la televisión junto con Ultraman. Las niñas jugaban a la comidita, con vajilla de loza china y cocina de aluminio, rodeadas de muñecos; a la costurera con máquina de coser incluida; al maquillaje con cosméticos simulados incluidos; y a otros juegos como las ligas, las rondas y los cantos.
Con respecto a los juegos mixtos que no intervenían juguetes podemos destacar San Miguel; El Lobo; Las escondidas; Encantado;…etc.
El común denominador de los juegos mencionados tenían un ingrediente: la imaginación que ha ido quedando de lado por el auge de los juegos modernos electrónicos, mucho más fríos y que se inclinan más por la estrategia, asunto que antes se usaba solamente para jugar ajedrez.
Como se habrá podido apreciar es prácticamente imposible determinar el origen de los juguetes, pero se sabe que ya en el antiguo imperio romano los niños se divertían con muñecas de marfil, en el Egipto de los faraones tenían también pequeñas estatuillas y animalitos, y en el Perú pre-inca existían muñecas de trapo.
En sus primeros pasos, el juguete era artesanal e incluso en ocasiones eran los propios niños quienes los fabricaban, generalmente buscando imitar objetos de la vida real. La revolución industrial dio un vuelco en la fabricación de estos artefactos de diversión y la evolución de la tecnología permitió crear objetos cada vez más parecidos a los reales para la distracción de los niños. Fue a partir de entonces que la diversión de los niños comenzó a ser mediada por el mercado.
En la segunda mitad del siglo XX, el desarrollo de la tecnología electrónica permitió la invención de artefactos cada vez más sofisticados como coches de batería para niños y a control remoto y las muñecas parlantes. De esta época es también el desarrollo de los populares videojuegos que tanto han evolucionado, haciéndose cada vez más reales y emocionantes.
Sin embargo, el adelanto ha traído consigo una serie de desventajas. Los niños de la primera mitad del Siglo XX, que ya accedían a la televisión podían “jugar al doctor” con sus respectivos juguetes porque veían al de la pantalla chica; “a los vaqueros e indios” con caballito de palo, sombrero y pistolas y penacho de plumas; “a la guerrita” con soldaditos y con dinosaurios cuando la versión japonesa de Godzilla llegó a la televisión junto con Ultraman. Las niñas jugaban a la comidita, con vajilla de loza china y cocina de aluminio, rodeadas de muñecos; a la costurera con máquina de coser incluida; al maquillaje con cosméticos simulados incluidos; y a otros juegos como las ligas, las rondas y los cantos.
Con respecto a los juegos mixtos que no intervenían juguetes podemos destacar San Miguel; El Lobo; Las escondidas; Encantado;…etc.
El común denominador de los juegos mencionados tenían un ingrediente: la imaginación que ha ido quedando de lado por el auge de los juegos modernos electrónicos, mucho más fríos y que se inclinan más por la estrategia, asunto que antes se usaba solamente para jugar ajedrez.
SALUDOSS!!
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