El incienso se eleva sobre los tejados curvos, mientras el tañido de los platillos y el canto de los monjes se escapa por la puerta. Frente a la entrada del templo budista Guanghua, en Pekín, un hombre de pelo gris y mirada serena espera a sus clientes. En el suelo, un cartel anuncia sus virtudes: "Puedo buscarte un nombre y traerte buena suerte. Puedo guiar tu vida, porque conozco tu pasado y tu futuro. De esta forma podrás lograr un matrimonio feliz. Soy la persona que da sabiduría a la gente".
Guo Hua, de 64 años, lleva toda la vida adivinando el destino de quien a él acude, pues el oficio le viene de antiguo. "Lo heredé de mi padre, y él lo heredó de mi abuelo", afirma. "Esto forma parte de la cultura china. Está relacionado con nuestra tradición y nuestro pasado. El mundo está dividido en dos partes: el yin, que es algo invisible, y el yang, que es visible".
Dos días de cada mes lunar, los creyentes acuden al templo de Guanghua para quemar incienso y pedir éxito en sus negocios
Guo dice que cada vez más personas acuden a gente como él en busca de respuesta. Tiene suerte, y sus clientes también. Durante la Revolución Cultural (1966-1976) -el movimiento lanzado por Mao Zedong para revitalizar el espíritu revolucionario y eliminar la oposición política-, probablemente habrían sido encarcelados por prácticas contrarias a la ideología comunista.
Los valores confucianos, como el respeto a los padres, la lealtad y la humildad, han sido la base de la civilización china durante miles de años, pero algunas doctrinas fueron condenadas por el régimen maoísta por feudales y op
El incienso se eleva sobre los tejados curvos, mientras el tañido de los platillos y el canto de los monjes se escapa por la puerta. Frente a la entrada del templo budista Guanghua, en Pekín, un hombre de pelo gris y mirada serena espera a sus clientes. En el suelo, un cartel anuncia sus virtudes: "Puedo buscarte un nombre y traerte buena suerte. Puedo guiar tu vida, porque conozco tu pasado y tu futuro. De esta forma podrás lograr un matrimonio feliz. Soy la persona que da sabiduría a la gente".
Guo Hua, de 64 años, lleva toda la vida adivinando el destino de quien a él acude, pues el oficio le viene de antiguo. "Lo heredé de mi padre, y él lo heredó de mi abuelo", afirma. "Esto forma parte de la cultura china. Está relacionado con nuestra tradición y nuestro pasado. El mundo está dividido en dos partes: el yin, que es algo invisible, y el yang, que es visible".
Dos días de cada mes lunar, los creyentes acuden al templo de Guanghua para quemar incienso y pedir éxito en sus negocios
Guo dice que cada vez más personas acuden a gente como él en busca de respuesta. Tiene suerte, y sus clientes también. Durante la Revolución Cultural (1966-1976) -el movimiento lanzado por Mao Zedong para revitalizar el espíritu revolucionario y eliminar la oposición política-, probablemente habrían sido encarcelados por prácticas contrarias a la ideología comunista.
Los valores confucianos, como el respeto a los padres, la lealtad y la humildad, han sido la base de la civilización china durante miles de años, pero algunas doctrinas fueron condenadas por el régimen maoísta por feudales y op