Atahualpa rechazó el pedido y Pizarro ordenó el sorpresivo ataque. Los caballos, las armaduras y el ruido de las armas de fuego facilitaron la captura del inca. Atahualpa fue juzgado con las leyes españolas y se le halló culpable de idolatría, adulterio y asesinato de su hermano Huáscar.
Respuesta:
Atahualpa rechazó el pedido y Pizarro ordenó el sorpresivo ataque. Los caballos, las armaduras y el ruido de las armas de fuego facilitaron la captura del inca. Atahualpa fue juzgado con las leyes españolas y se le halló culpable de idolatría, adulterio y asesinato de su hermano Huáscar.
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