Regresó a la escena política como diputado por Veracruz en 1850 y 1851. Había muchas comisiones y asociaciones de beneficencia en México a las que Echeverría apoyaba económicamente. Donde se distinguió fue en la junta de cárceles y en la Academia de San Carlos, de las que fue presidente. A sus esfuerzos en la junta de cárceles se debe la casa de corrección de jóvenes. Generosamente de su bolsillo salvó de la ruina a la segunda institución, que en verdad había concluido, y se elevó á la clase del primer establecimiento que en su género hay en el Nuevo Mundo.
El único elemento con que para eso contó, fue la renta de lotería que cedió el gobierno á la academia en pago de lo que le adeudaba, pero en estado tan miserable que no había podido cubrir en algunos meses. Con los productos de esta renta, bien manejada, se han hecho al gobierno grandes suplementos, se adquirió en propiedad el edificio y otras tres casas, se trajeron de Europa hábiles profesores, se mantienen porción de pensionados en México y Roma, a los alumnos todos de la academia se franquea cuanto necesitaba para aprender, se van formando buenas galerías de grabados, pinturas y estatuas, y se auxilia con más de 45,000 pesos anuales a otros cinco establecimientos de beneficencia.
Francisco Javier Echeverría Migoni, quien fue altruista hasta el final de sus días, murió el 17 de septiembre de 1852, a los 55 años de edad, en su domicilio de la ciudad de México. Sus restos descansan en la capital del país.
Respuesta:
Explicación:
Últimos años y muerte
Regresó a la escena política como diputado por Veracruz en 1850 y 1851. Había muchas comisiones y asociaciones de beneficencia en México a las que Echeverría apoyaba económicamente. Donde se distinguió fue en la junta de cárceles y en la Academia de San Carlos, de las que fue presidente. A sus esfuerzos en la junta de cárceles se debe la casa de corrección de jóvenes. Generosamente de su bolsillo salvó de la ruina a la segunda institución, que en verdad había concluido, y se elevó á la clase del primer establecimiento que en su género hay en el Nuevo Mundo.
El único elemento con que para eso contó, fue la renta de lotería que cedió el gobierno á la academia en pago de lo que le adeudaba, pero en estado tan miserable que no había podido cubrir en algunos meses. Con los productos de esta renta, bien manejada, se han hecho al gobierno grandes suplementos, se adquirió en propiedad el edificio y otras tres casas, se trajeron de Europa hábiles profesores, se mantienen porción de pensionados en México y Roma, a los alumnos todos de la academia se franquea cuanto necesitaba para aprender, se van formando buenas galerías de grabados, pinturas y estatuas, y se auxilia con más de 45,000 pesos anuales a otros cinco establecimientos de beneficencia.
Francisco Javier Echeverría Migoni, quien fue altruista hasta el final de sus días, murió el 17 de septiembre de 1852, a los 55 años de edad, en su domicilio de la ciudad de México. Sus restos descansan en la capital del país.